¿A quién no le gusta aprovechar los puentes para irse de escapada?. Aunque solo sean 3 o 4 días, es tiempo más que suficiente para descubrir muchos sitios nuevos si planeas bien tu viaje. Y qué mejor sitio para hacerlo que el sur de España. Hacer turismo en Andalucía es una de las mejores opciones que puedes elegir para irte de puente, y yo te voy a contar como visitar 4 provincias distintas en estos días.
Desde hace muchos años tenía ganas de hacer el “Caminito del Rey” (Málaga) pero, por unas cosas u otras, nunca había nadie disponible para acompañarme. Al final, un amigo francés se ofreció para compartir conmigo esta experiencia. A cambio, quise enseñarle algunos de los sitios más fascinantes que yo ya había visitado en Andalucía. Era la primera visita para él a esta Comunidad Autónoma, así que quería encargarme de que nunca olvidase este viaje.
Como nosotros partíamos desde Madrid y el puente, en este caso, era de viernes a domingo, decidimos salir el jueves después de trabajar. Nuestra intención era llegar así al final del día a Jaén y que el viaje en coche no se nos hiciese demasiado pesado.
Como ya estábamos en el horario de verano, anochecía más tarde. Por tanto, nos dio tiempo a dar un pequeño paseo por la ciudad y visitar el sitio más imprescindible que nos había recomendado el chico de Blablacar, el Castillo. Es igual de bonito mirarlo en todo lo alto desde la ciudad, que contemplar la ciudad una vez has ascendido hasta él.
Hacer noche en Jaén no es demasiado caro, pero si tenéis un coche o furgoneta acondicionada para dormir en ella, como era nuestro caso, os lo recomiendo encarecidamente. Puedes parar en cualquier parking de un centro comercial, por ejemplo, y pasar allí la noche gratis. Es una manera muy fácil para ahorrar dinero en tu viaje.
Por supuesto, la compra de unas cuantas botellas de aceite al día siguiente no pudo faltar. Si pasas por Jaén, este “souvenir” es imprescindible.
Nuestra visita al Caminito del Rey la reservamos y pagamos con bastante antelación. Este destino se está volviendo cada vez más demandado y en temporadas altas o en situaciones como la que puede ser un puente, es imposible adquirir entrada si no lo haces con tiempo. Por ello, organizamos la mañana de forma que pudimos hacer nuestras compras en Jaén y llegar al principio del recorrido tranquilamente.
El trayecto desde Jaén hasta Ardales es de aproximadamente 2 horas, las cuales no se te harán para nada pesadas porque los paisajes que te vas a ir encontrando por el camino son preciosos.
Cuando llegamos, encontramos varios coches aparcados en los “andenes” cerca de la entrada y de un restaurante que hay al lado. Pero nosotros preferimos dejarlo en el parking que se encuentra a 100 metros de distancia porque queríamos estar tranquilos. Por 2 euros, merece la pena.
Os aconsejo preguntar al vigilante del parking por la entrada del Caminito, ya que es una apertura en medio de una montaña, tipo cueva, y no es fácil de ver si no te incidan donde está.
Verás un cartel que te dice que tienes que andar 1 kilómetro y, por fin, llegarás al principio oficial del recorrido. Allí, te darán algunas instrucciones y te proporcionaran un caso para que vayas seguro por si se produjese algún pequeño desprendimiento. De aquí en adelante, solo tienes que caminar y dejarte deleitar por los interminables acantilados que conforman el Caminito del Rey.
Ni las fotos, ni los videos ni las opiniones que había buscado hacen justicia a esta maravilla de la naturaleza. Solo tus ojos serán justos testigos de la realidad.
En internet leerás que se tarda en hacer el recorrido entre 3 y 4 horas incluyendo en este tiempo el trayecto de vuelta en autobús (1,55 €) hasta el inicio del recorrido para recoger el coche. Os puedo prometer que nosotros no somos de andar rápido, y tardamos 2 horas en hacer todo.
Hay gente que opta por pararse en mitad del camino para descansar y comer algo. Nosotros solo hicimos una parada de cinco minutos para descansar, lo cual nos permitió comer tranquilamente en el restaurante donde finaliza su trayecto el autobús que te trae de vuelta. Es la mejor de las satisfacciones. Llegar y sentarte a descansar con una cerveza o una Coca-Cola bien fresquita mientras te preparan una comida local para chuparse los dedos. Recomendación máxima, la porra antequerana o porra fría.
Sería sacrilegio hacer turismo en Andalucía sin el estómago contento. Así que, una vez non quedamos bien satisfechos, nos dispusimos a continuar nuestra aventura. A menos de una hora en coche se encontraba nuestra siguiente parada: la majestuosa Ronda.
De todos los sitios que tiene esta Comunidad Autónoma para visitar, Ronda es, sin duda, una de los absolutamente imprescindibles. Es el pueblo ideal, porque es bastante pequeño y alberga belleza a cada paso que recorres. Por tanto, visitarlo solo te aportará sentimientos positivos en todo momento.
Sin ir más lejos, aquí tienes el primer ejemplo. Contemplar el atardecer desde el Mirador de la Sevillana es sinónimo de paz y armonía dentro de ti.
Justo al lado puedes encontrar la famosa plaza de toros. Se le otorga tanta importancia por ser una de las más antiguas de España. Esto se debe a que Ronda se caracteriza, entre otras muchas cosas, por ser cuna de la tauromaquia.
Si continúas caminando como 300 metros hacia el sureste, te toparás con el Mirador de los Viajeros Románticos. Lo llaman mirador, pero en verdad se trata de un hermosos mural repleto de frases de ilustres extranjeros que visitaron este pueblo hace mucho tiempo.
La conquista que tuvo lugar en el sur de España durante muchos años por parte de los árabes ha dejado una huella muy grande. Muestra de ello son la mayoría de sitios interesantes que ofrece para ser visitados. Entre ellos, La casa del Rey Moro, Los Baños Árabes o La Puerta de Almocábar y la Muralla Árabe. Algunos son de pago, pero se trata de precios minúsculos.
Por otro lado, no debemos dejar de mencionar plazas como la de la Duquesa de Parcent o, mi favorita, la Plaza del Socorro. Esta última cuenta con una iglesia super bonita compuesta de mezclas arquitectónicas arabescas y andaluzas.
Y por último, Ronda cuenta con un número elevado de puentes, algunos de los más destacable, el Puente Romano y el Puente Viejo. Pero como no podía ser de otra manera he reservado para el final el símbolo que representa este maravilloso rincón de España: el Puente Nuevo. Existen varios puntos desde donde contemplarlo, pero mi favorito es desde donde está tomada esta foto.
Para encontrar este sitio, el cual está bastante escondido, tenéis que meter en Google Maps «mirador del Puente Nuevo». Os va a conducir a una especie de parque pequeño desde el cual no se ve en absoluto en puente. Para conseguir visualizarlo, deberéis bordear el parquecito hasta su extremo izquierdo y comenzar a descender por un camino en forma de zigzag. Siguiendo este recorrido hacia la derecha, llegaréis a este punto de vista.
Sinceramente, no éramos conscientes de que estábamos en esta provincia hasta que fuimos a comprar un producto típico del pueblo que estábamos visitando y vimos la etiqueta. Setenil de la Frontera está a menos de 20 minutos de Ronda en coche y, sin embargo, están en provincias distintas.
No hace falta disponer de mucho tiempo para visitar este pueblo. El sábado nos levantamos sobre las 9:30 a.m. y desayunamos con calma. Dimos un último paseo por Ronda para terminar de ver los pocos sitios que se nos habían quedado pendientes y nos pusimos rumbo a Setenil.
Queríamos llegar sobre las 14:00 p.m. para comer y visitar el pueblo después mientras hacíamos la digestión. Y así lo hicimos. Reservamos en uno de los bares-restaurantes situado en la calle más famosa del lugar y volvimos a contentar nuestros estómagos. Sinceramente, todos los sitios de hostelería y restauración que hay en esta calle, rondan los mismos parámetros relación calidad-precio (15-20 € por persona). Así que da igual cual elijas siempre y cuando te encargues de hacer una reserva previa. Si no, te tocará esperar bastante para coger mesa, ya que todo el mundo visita este sitio principalmente por el atractivo que tiene esta calle a la sombra de la roca de una montaña.
Existe otra calle más pequeña y estrecha eclipsada en su totalidad por otra roca, pero el resto del pueblo es prácticamente lo que se ve en la foto. Casas blancas y antiguas apiladas en infinidad de cuestas. Visitar Setenil es un reto para poner a prueba tu condición física. Se trata de un sitio cuanto menos original que recomiendo ver si viajáis por la zona. A las 18:00 p.m. ya estábamos en el coche para irnos a la última ciudad de este viaje. Así que, como había dicho, 4 horas fueron suficientes para comer con mucha calma y dar un paseo a lo largo de todo el pueblo.
Llegamos a Córdoba casi cuando estaba anocheciendo. Así que dejamos las cosas en el hotel e invertimos la noche en pasear por sus inimitables calles andaluzas y en disfrutar de su ambiente animado.
Siendo sinceros, puesto que yo ya conocía la ciudad y que mi amigo tampoco quería gastar mucho presupuesto pagando entradas, decidimos tomarnos la última mañana de nuestro viaje con relax. Al final, lo que te llena de Andalucía es la peculiaridad de sus calles. Obviamente, lo que más destaca de esta ciudad es La Mezquita y El Alcázar. Pero lo cierto es que tienes muchísima variedad más de sitios para visitar. Todos ellos, te los cuenta con detalle mi compañera en su artículo sobre como visitar Córdoba en 2 días.
https://www.superguiaviajera.com/que-ver-en-cordoba/
Si queréis visitar la ciudad en profundidad, este artículo os da todas las claves de como hacerlo. Si, por el contrario, vais con el tiempo ajustado para hacer turismo en Andalucia, continua leyendo.
Bajo mi humilde opinión, el auténtico imprescindible aquí es El Alcázar de los Reyes Católicos. Además, ofrece unos precios bastante asequibles: 5 € la entrada general y 2,5 € para estudiantes menores de 26 años. Menores de 13 años y mayores de 65, entran gratis.
El resto, como decía, te lo darán tus ojos y tus piernas. Pasea y no te permitas el lujo de pestañear. Y, sobre todo, no dejes en ningún momento de lado la gastronomía.
En internet aparece recomendado un sitio de tortillas gigantes que, como pincho a media mañana, te da la vida. El local se llama Bar Santos, y está pegado a la Mezquita (Calle Magistral González Francés, 3). En la foto podéis ver las porciones que ofrecen por 2,4 € cada una. La única pega es que no tiene mesas para sentarse. Pero justo enfrente hay una especie de pollete de piedra donde puedes disfrutar del sol mientras degustas una de las tortillas más ricas que he probado nunca.
Antes de finalizar tu viaje, solo te pido que no vuelvas a casa sin probar el Salmorejo, las Berenjenas Fritas con Miel y El Flamenquín. Es cierto que no los vas a encontrar igual de ricos en todos los restaurantes, así que investiga un poco antes de elegir donde vas a comer. Nosotros fuimos con varias opciones apuntadas, pero mientras paseábamos, nos topamos con la Calleja del Salmorejo Cordobés. Con este nombre ya es imposible que no te llame la atención. Encontrarás a la derecha la receta del auténtico salmorejo cordobés. A la izquierda, el menú para dos personas con los 3 platos que acabo de decirte, postre típico y bebidas incluidas, que te ofrece La Fragua (C/Calleja del Arco 2). Todo por el suculento precio de 25 €. Me reservo enseñarte lo bonito que es el restaurante para que te lleves la misma sorpresa que nosotros.
Reconozco que el itinerario que acabo de mostrar solo es válido para alguien que quiere hacer un viaje en pocos días y no tiene ningún planning concreto pensado. El conjunto de sitios que visitamos es perfecto si te apetece sacarle buen partido a un puente o a haberte juntado algunos días libres en el trabajo.
Pero si lo único que tenéis claro es que queréis hacer turismo en Andalucía y ya tenéis algunas ideas en mente, echarle un vistazo a este artículo os será de ayuda igualmente. Estoy segura de que algunos de los sitios que he mencionado estaba entre vuestros elegidos.
Sea como sea, elegir viajar al sur de España siempre es bien, así que si tu búsqueda te ha llevado hasta aquí, me alegro de que hayas tomado tan buena decisión para tu próximo destino.
Madrileña treintañera que se dedica a ahorrar todo lo que su sueldo de enfermera le permite para viajar y descubrir este maravilloso mundo en el que vivimos. Y es tal la emoción que siento cada vez que lo hago, que quiero compartir mis experiencias y aprendizajes a través de estos artículos. Espero con ello que cada viajero pueda disfrutar de cada nueva aventura igual o más de lo que lo hice yo.
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