Budapest es la capital de Hungría, tiene todo lo que hay que disfrutar de una gran ciudad, pero sorprendentemente se visita muy fácilmente en 3 días.
Puedes recorrerlo andando sin problemas o ayudándote de las líneas de su peculiar metro. Me enamoré de muchas de sus estaciones, ya lo entenderás cuando lo veas.
Recuerda que en Hungría no circulan euros, tendrás que cambiar por florines o sacar dinero en cualquier cajero allí y directamente tendrás la moneda correcta. Lleva un monedero grande ya que el cambio es muy desfasado y llevarás un taco de billetes como los del Monopoly.
El ambiente por la ciudad es, en general, alegre y muy “callejero”, es una ciudad viva, a pesar de encontrar algún que otro aquincense algo arisco.
Además de los locales encontrarás mucho turismo y gente joven por todas partes, con ganas de divertirse, y es que te adelanto ya, que es una ciudad muy divertida.
Debes saber que Budapest es una de las ciudades que atraviesa el río Danubio a su paso por los 10 países que recorre desde Alemania hasta desembocar en el Mar Negro en Rumanía.
Este río, como podrás imaginar, es de los más importantes de Europa, y en Budapest especialmente porque divide la ciudad en los barrios Buda y Pest.
Tanto si vienes exclusivamente a Budapest, como si es parte de una ruta por varios países europeos, esta guía te sirve para no perderte ningún esencial en tu viaje a Budapest en 3 días.
Empezamos la visita con el que seguramente será el edificio más impresionante que hay en Budapest, el Parlamento húngaro.
Fue construido entre 1885 y 1904. Cuando te encuentres cerca comprenderás porque tardaron casi 20 años en construirlo y es que es el segundo edificio parlamentario más grande del mundo, tan solo superado por el de Rumanía.
El edificio tiene 123 metros de ancho, 268 metros de largo y en lo más alto de la cúpula hay 96 metros de altura.
De estilo neogótico, está construido tan solo con materiales nacionales, esta fue una condición de obligado cumplimiento para su construcción. Y así fue, excepto los 8 monolitos que hay junto a la escalera principal que son de mármol.
Ya es bonito verlo desde fuera, pero si quisieras visitar su interior también puedes hacerlo previo pago de una entrada.
El interior está decorado en mármol y oro y podrás descubrir que un ala se destina a las oficinas del Primer Ministro y la otra ala a las del Presidente de la República de Hungría. Es un parlamento bicameral y conviven aquí los dos poderes.
Mi recorrido propuesto va en la otra dirección pero, como no quería empezar con la bajona, te he presentado primero el Parlamento, pero puedes invertir el orden.
Paseando por la orilla del río desde el Parlamento encontramos este monumento que conmemora a los casi 4000 ciudadanos de Budapest asesinados por los nazis en la Segunda Guerra Mundial.
Los ataban en parejas, les hacían descalzarse, disparaban a uno de ellos y los empujaban al río. Te puedes imaginar la agonía. La localización de este monumento es aleatoria ya que estas barbaridades se sucedían a lo largo de todo el río.
Es sobrecogedor, pero es una parte muy importante de la historia de esta ciudad y hay que tenerla muy presente para entender muchas de las cosas que vamos a ver en esta guía, Budapest en 3 días.
Nos dirigimos hacia el norte y llegamos hasta el Puente Margarita. Uno de los tantos puentes que cruzan el Danubio y unen la ciudad. Debe su nombre a la isla que vamos a ver a continuación.
Este nombre tiene su historia y es que antes de llamarse así, recibía el nombre de Isla de Conejos, imaginamos por qué. Pero en 1241 la ciudad fue invadida por los mongoles, y el rey de esa época, Bela IV, ofreció a su hija Margarita a Dios, convirtiéndola en monja, para rogarle por la protección del reino. Así que construyó un convento en la Isla de los Conejos y como muestra de religiosidad y lealtad muchos nobles entregaron a sus hijas y viudas.
Cosas de la época.
Después, con los años, esta isla se convirtió en lugar de esparcimiento de la nobleza, era como una zona donde venían de retiro en sus vacaciones a descansar.
Y actualmente es una zona de paseo muy agradable donde encontrarás, monumentos, jardines, fuentes, hoteles, termas, y zona verde para hacer deporte.
Al otro lado del río, cruzamos a Buda, encontramos el Bastión de los Pescadores.
Fue construido en la Edad Media como una torre de observación, para defender de posibles invasiones por el río. Y los encargados eran pertenecientes al gremio de los pescadores, de ahí su nombre.
Es una estructura realmente bonita, y sus 7 torres representan las 7 tribus magiares que se establecieron en el s. IX.
Es un lugar mágico por las vistas que tienes justo enfrente, al otro lado del Danubio, del imponente Parlamento.
Verás una estatua de bronce, es el rey Esteban I de Hungría a caballo. Uno de los reyes más importantes de la historia de Hungría.
Justo al lado del Bastión de los Pescadores, se encuentra la Iglesia de Matías. Una construcción del s.XV muy bonita por fuera y aún más por dentro. Puedes visitar el interior incluso subir a una de sus torres, si no hay ningún acto religioso programado.
Seguimos por paseando por el barrio de Buda y encontramos este complejo histórico del s. XIII. En su interior alberga dos museos, el Museo de Historia de Budapest y la Galería Nacional Húngara. También encontramos la Biblioteca Nacional.
Así que si tienes tiempo y tus viajes son más histórico culturales, este es tu lugar.
Seguimos caminando por la orilla del río y llegamos a la zona más alta de la ciudad, situada en el Monte Gellért. También puedes llegar hasta aquí desde Pest atravesando el Puente de Elisabeth.
Al llegar arriba, además de tener las mejores vistas de la ciudad, se encuentra la Ciudadela, una fortaleza construida en 1854 por los Habsburgo como edificio de vigilancia.
Actualmente, en su interior alberga un búnker de 3 plantas utilizado en la Segunda Guerra Mundial.
En el exterior verás la Estatua de la Libertad, erigida en bronce en 1947, conmemora la liberación soviética de Hungría de las fuerzas nazis.
Al bajar de la Ciudadela se encuentra el balneario Gellért, situado en un lujoso complejo.
Podrás visitar la sala principal de forma gratuita o pagar la entrada al Palacio de Baños y disfrutar de la experiencia completa.
Cruzando el Puente de la Libertad, construido para la Exposición Mundial que se hizo para celebrar el milenio del Estado Húngaro, llegamos al Mercado Central.
Es el típico mercado de abastos de las ciudades, que yo siempre recomiendo visitar ya que es donde se respira el verdadero ambiente de la ciudad. No suelen estar preparados para el turismo, sino todo lo contrario, puestos de los productos de consumo diario del país, y donde los locales pasean y hacen su vida cotidiana.
Además puedes probar la deliciosa comida tradicional húngara, como pasteles, especias, carne ahumada, vino de la zona y unos guisos estupendos como el goulash.
Muy cerca, encontramos el Museo del Holocausto, es un lugar muy gráfico que ilustra el calvario por el que pasaron miles de judíos húngaros antes de ser asesinados por los nazis. Verás exposiciones fotográficas, vídeos de la época y documentos.
Si quieres saber más sobre la historia de Hungría, en este museo podrás conocerla desde la prehistoria. Además cuenta con un jardín muy agradable para pasear.
Alrededor de este edificio se encuentra el foco de la vida de la comunidad judía local en Budapest.
Mi recomendación es que la visites, no solo por fuera, que es impresionante, sino también por dentro. Cuenta con un museo y con un cementerio donde hay enterrados cientos de judíos asesinados durante el Holocausto, y es que este edificio estaba en el límite del guetto judío en aquella época.
Su construcción, de 1854, te recordará más a la arquitectura musulmana, por los detalles en la decoración neomoriscos, y es que los artesanos encargados de su diseño se inspiraron nada más y nada menos que en la Alhambra de Granada.
Tiene una capacidad para 3000 personas, es la sinagoga más grande de Europa y la segunda del mundo solo por detrás de la de Nueva York.
La Basílica de San Esteban es el edificio católico más importante de la ciudad, de hecho es la catedral de Budapest.
Lo interesante de esta visita está en su interior, puedes subir a la torre, además en ascensor, que siempre se agradece, ver las 9 toneladas de campana de sus campanarios y conocer la historia del fundador del estado húngaro, el Rey santo San Esteban. Como dato curioso, te diré que en la capilla se conserva la reliquia más importante, la Santa Diestra, la mano momificada de Esteban I, el santo.
Pasea y disfruta de esta avenida que es el centro de neurálgico de la ciudad. En tu ruta de 3 días en Budapest la vas a cruzar, recorrer, nombrar o escuchar muuuuuchas veces. Y es que es una de las principales vías de conexión en Pest.
Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2002. Se trata de un bulevar que se convirtió en la calle principal gastronómica y comercial del centro de la ciudad. Es el símbolo de la modernidad, ya que fue aquí donde Budapest inició su transformación en el s.XIX dándole sentido a la estructura urbana que tiene hoy esta metrópoli.
En la avenida encontrarás el edificio de la Ópera Nacional de Hungría. Puedes visitar su interior gratis o disfrutar de un espectáculo de este calibre comprando una entrada. Aprovecha, porque es impresionante, y hay espectáculos de todos los precios. Aquí es muy común y se fomenta mucho la cultura musical de este estilo, así que es una buena forma de inmersión cultural que además no defrauda.
Al final de la Avenida Andrássy encontramos la Plaza de los Héroes, una de las más importantes de la ciudad. Y tiene varios protagonistas, entre ellos, el Monumento del Milenio, construido por la conmemoración de los 1000 años de independencia húngara.
En él podemos ver al Arcángel Gabriel en lo más alto sosteniendo la corona de San Esteban. Y a los lados, 7 figuras a cada lado, que representan figuras políticas húngaras.
En la plaza también hay dos museos, el Palacio del Arte y el Museo de Bellas Artes. Por si eres un apasionado de las artes, desde luego este sería tu lugar en Budapest.
En las inmediaciones de la Plaza de los Heroes, encontramos este castillo de aspecto medieval que nos puede llevar a pensar que tiene varios cientos de años. Lo cierto es que se construyó hace unos 100 años, también para la exposición que se hizo conmemorando los 1000 años del estado húngaro. Se hizo una recreación en madera y cartón pero tuvo tanto éxito que decidieron consolidarla.
Está inspirado en el castillo del Conde Drácula de Transilvania. Aunque en su interior no encontraremos a este chupasangre ni nada relacionado con él, sino el Museo de Agricultura. ¡Curioso cuanto menos!
Si tu visita a Budapest es en los meses más fríos tendrás la suerte de disfrutar de unas de las tradiciones más divertidas de esta parte de Europa, patinar sobre una enorme pista de hielo.
Ya sabes que Budapest es una ciudad balneario por sus 118 manantiales de los que no para de brotar agua que está entre los 20 y los 80ºC.
Los baños termales están activos en Budapest desde la época de dominación romana, que es cuando se empiezan a construir instalaciones para su disfrute.
Las aguas emanadas de la tierra tienen propiedades medicinales contra enfermedades degenerativas de articulaciones, especialmente. Aunque suena muy a geriátrico tengo que decir que es un planazo visitar los balnearios a cualquier edad.
Uno de los más famosos es el Széchenyide Budapest, y también es el mayor baño medicinal de Europa. En invierno es especialmente agradable estar incluso en temperaturas negativas en el exterior y con el agua calentita dentro de las piscinas.
Además suelen hacer eventos muy divertidos, destinados a todas las edades, y puede ser muy parecido a estar en cualquier Beach club en agosto en España, salvando las distancias, jeje. En cualquier caso, es algo que debes hacer en tu visita a Budapest en 3 días.
También debes sacar tiempo en esos 3 días en Budapest para salir a tomar algo o de fiesta por los bares ruina.
Son edificios que estaban a punto de ser demolidos por su mal estado debido a los bombardeos que sufrió la ciudad. Ahora son totalmente seguros, ya que los han reestructurado pero siguen manteniendo ese aspecto ruinoso y los han convertido en bares de lo más variopintos.
Su encanto se lo da el aspecto decadente, la original decoración y el rollazo alternativo que se respira en ellos.
Estos lugares no son solo para salir a tomar algo, muchos de ellos se han convertido en templos culturales organizando eventos como mercadillos, proyecciones de películas, conciertos, charlas….
Puede ser una gran despedida de tu visita a Budapest en 3 días. Si sacas un hueco para hacer un crucero por el inmenso Danubio seguro que lo gozas de lo lindo. De verdad que el caudal de río impresiona.
Hay varias empresas con diferentes ofertas, ofreciendo cena, plan cultural, festivo o simplemente un paseo para contemplar los maravillosos monumentos mientras surcas las aguas entre Buda y Pest.
Espero que te sirva de ayuda mi experiencia en esta ciudad y disfrutes al máximo tu visita de 3 días en Budapest.
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