Si te apetece cambiar de aires sin salir de Europa, una escapada a Estocolmo puede ser perfecta para ti. Busques lo que busques, porque esta ciudad seduce a cualquier tipo de visitante y tiene algo que ofrecer a todos.
Más de 70 museos (algunos de ellos, gratuitos), un casco antiguo maravilloso, mar, lagos, parques y hasta playas, se reparten entre 14 islas. Todas unidas por 57 puentes que permiten un paseo sosegado por esta capital europea algo diferente a otras.
Aquí no encontrarás contaminación ni caos, se cuida muchísimo el medio ambiente, los servicios son muy eficientes y la innovación, constante.
La capital de Suecia es una ciudad bellísima, donde la naturaleza es uno de los ingredientes más importantes, pero no el único. Su gran riqueza patrimonial, que no se vio expuesta a las bombas de las guerras, está intacta.
Pero además tiene un carácter genuino y especial, debido en parte a sus habitantes, gentes abiertas, tranquilas y educadas.
No voy a caer en el tópico de la “Venecia del norte”, porque Venecia es única y no se parecen en nada. Pero reconozco que la presencia constante del agua la hace muy atractiva y es un paraíso para los amantes de la navegación.
Sus 750 años de historia son pura esencia nórdica, empaparse de ella no es difícil aunque tengas pocos días. Es una ciudad realmente fácil de visitar, que prácticamente puede hacerse a pie.
Esta guía rápida pretende ser una ayuda para tu primera escapada a Estocolmo, que igual no será la última. Una breve relación de los sitios que sí o sí tienes que conocer, aunque como ya sabes, hay muchos más por descubrir.
¡Empezamos!
Literalmente traducido, Ciudad Vieja, pero me quedo con “antigua”, que refleja mucho mejor la realidad. Es el corazón palpitante de Estocolmo desde 1252, fecha de su fundación y el lugar donde nació como aldea.
Hoy en día, Gamla Stan se ha convertido en uno de los mayores y mejor conservados centros medievales de Europa, donde dejarse llevar es lo más indicado. Perderse por sus calles empedradas, repletas de vida, es la primera obligación de una escapada a Estocolmo para meterse de lleno en su esencia. Sin duda la zona más bonita, llena de cafeterías, tiendas encantadoras y restaurantes de todo tipo pero que sigue manteniendo su peculiar carácter.
Si bien antes ocupaba la pequeña isla de Stadholmen, hoy se ha extendido a las vecinas Riddarholmen y Helgeandsholmen, pero sigue siendo estupenda para visitar a pie. Porque a pesar de su tamaño, está colmada de edificios históricos y rincones para ver y disfrutar.
Es, sin duda, la foto más famosa del barrio, con sus casas de colores que pertenecieron a la antigua nobleza sueca.
En la misma plaza se encuentra el antiguo edificio de la Bolsa, actualmente sede de la Academia Sueca y del Museo Nobel. Muy cerca de allí se yergue la Catedral de San Nicolás y también el impresionante Palacio Real, que acoge cada mediodía el cambio de guardia. Este palacio es uno de los más grandes y suntuosos del mundo, utilizado actualmente para ceremonias y actos de estado.
Justamente detrás hay un parque que no puedes dejar de ver, Kungsträdgården. Si vas en primavera, estará lleno de cerezos en flor (un montón). En invierno, te encantará la pista de patinaje sobre hielo y en verano, mercadillos y conciertos. No te preocupes si viajas en otoño, también es muy bonito.
Frente al Palacio se sitúa el Museo Nacional de Suecia, interesantísimo para recorrer y, muy importante, gratuito. Es el principal museo de arte y diseño del país, si te interesa el tema no te lo pierdas.
Un lugar curioso de Gamla Stan es Marten Trotzigs Gränd, el callejón más estrecho de Estocolmo, de apenas 90 cm de ancho y 36 escalones, a ver si puedes descubrirla y me lo cuentas.
Es totalmente patrimonial y perfecta para los amantes de la historia. Aquí no hay tiendas ni cafeterías, pero sí varios palacios del siglo XVII y sobre todo, su iglesia, una de las más visitadas. El motivo es que desde el siglo XVI funciona como panteón de los reyes y reinas suecas.
Otro de los encantos de Riddarholmen es la magnífica panorámica de la bahía desde la zona oeste de la isla. La mejor vista sobre el edificio del Ayuntamiento se obtiene desde allí, para tomar una de las fotos clásicas de cualquier escapada a Estocolmo.Bienvenido al barrio pijo de Estocolmo, donde se reúnen los ricos y famosos para ir de copas, restaurantes o tiendas. Afortunadamente, no solo es eso sino también un espléndido lugar para pasear y conocer sitios interesantes en el distrito más caro de toda Suecia.
Imprescindible hacer una visita al Östermalm Saluhall, que no es más que un típico mercado sueco, solo que muy glamuroso en este caso. Pienso que en los mercados es donde realmente se toma el pulso a una ciudad, no puedes dejar de visitarlos y éste es especialmente atractivo. Un verdadero centro de gastronomía, con productos gourmet, cafeterías, sitios para comer o tomar un aperitivo, todo estupendo. El lugar ideal para hacer una parada a mediodía y repostar, similar al de San Miguel, en Madrid y a la Boquería, en Barcelona.
También en este distrito, el más densamente poblado de Estocolmo, encontrarás el Historiska Museet, con piezas que van desde la prehistoria a los vikingos. Un detalle muy importante en una ciudad tan cara, entrada gratuita en este impresionante museo.
Si por el contrario prefieres estar al aire libre, Östermalm es un escaparate de exquisita arquitectura. La mayoría de las enormes casas son del siglo XVII y desprenden una belleza muy cuidada, como corresponde a un lugar tan chic. Hasta puedes cruzarte con Zlatan Ibrahimovic, el famoso futbolista sueco, que tiene un apartamento por aquí.
Por la noche, el centro neurálgico del barrio es Stureplan, la plaza donde vibran los bares y restaurantes más exclusivos de la ciudad. Con una condición, ir elegantemente vestido, si no te vetarán en la entrada. Cosas de barrio pijo.
La torre del Ayuntamiento domina el paisaje de esta tranquila isla a orillas del lago Mälaran. El Stadhuset es uno de los edificios más emblemáticos de Estocolmo y también de los más bellos. Lo verás en innumerables postales de la ciudad, por fuera y por dentro, porque aquí se celebra el banquete y posterior baile de los Premios Nobel.
La visita merece la pena, aunque fuera solo por ver el Salón Dorado, con sus más de 18 millones de mosaicos adornando las paredes. Aquí los ilustres premiados pueden dar rienda suelta a su vena danzarina, me imagino que con cierto recato. Hay varios tours guiados por la mañana y en verano, también en español.
La isla tiene un hermoso paseo marítimo, un parque perfecto para el relax, Rälamshov, y hasta una…micro playa. En el paseo de referencia, Norr Mälarstrand, varios de los barcos anclados se transforman por la noche en bares con música en directo. Un buen dato para tener en cuenta si tu escapada a Estocolmo es en verano, claro.
De todos los barrios de la ciudad, a cuál más bonito, éste es mi preferido porque muestra exactamente qué es Estocolmo. Una capital polifacética, diversa y muy entretenida, donde cada uno encuentra lo que más le apetece.
El antiguo barrio obrero de Södermalm se encuentra al sur de Gamla Stan y ocupa toda la isla del mismo nombre. Aquí vivían los más pobres de Estocolmo y aunque hoy en día ya no ocurre eso, se percibe en él una identidad propia. Actualmente es el lugar de residencia predilecto de los artistas e intelectuales bohemios. También de los activistas ecológicos y antiglobalización, en cuyas ONG se genera mucha actividad alternativa.
Toda la zona es una explosión de color, abundan los cafés y restaurantes ambientados, así como pequeñas tiendas de diseñadores vanguardistas. Muchos artesanos viven aquí y han convertido el barrio en un sitio de moda, pero a años luz de su vecino Östermalm.
Entre sus muchos atractivos está el Ascensor Katarina, donde por el módico precio de 1 euro, podrás disfrutar de las mejores vistas de Estocolmo. Junto al mirador hay un precioso restaurante, pero creo que te saldrá algo más caro que la subida.
Si lo tuyo es la fotografía, no puedes perderte el museo Fotografiska, uno de los más completos y mejores del mundo, que también cuenta con restaurante y vistas.
No quiero olvidarme de los fans de la saga Millenium, ya que aquí se encuentran varios de los escenarios de las novelas de Stig Larsson. Incluso puedes hacer un tour por los cafés, la redacción de la revista y las residencias de Lisbeth Salander y Mikael Blomkvist.
Por tener, Södermalm tiene hasta playas, muy concurridas, por cierto, en el parque Tantolunden. Interesante el dato de que el agua en verano está a 20º, incluso puedes atreverte a probar.
Este barrio es uno de los ejes de la vida cultural sueca, imprescindible conocerlo en tu escapada a Estocolmo.
Planteado así, puede parecer aburrido, pero nada más lejos de la realidad. Si bien los suecos han sido tan considerados de poner juntos un montón de museos, están todos muy bien pensados.
Desde Skanken, un museo al aire libre donde se muestra de forma amena la cultura de Suecia, hasta el museo de Abba. Sí, has leído bien, el grupo más famoso del país tiene su propio museo. Y es de lo más divertido.
Claro que en las 280 hectáreas de la isla caben muchos más. Uno de los famosos es el Museo Vasa, dedicado íntegramente al único navío del siglo XVII que ha sobrevivido casi intacto hasta nuestros días. El Vasa naufragó nada más botado y se hundió en el Báltico, unos 333 años después fue reflotado y se exhibe en perfectas condiciones.
Más museos: Vikingaliv; Museo Nórdico de Estocolmo; Spritmuseum, curiosamente dedicado a las bebidas con alcohol, etc., etc.
Aquí está lo interesante, la isla es además el pulmón de la ciudad, donde familias enteras pasan los días libres entre el campo y el mar. Ideal para ir con niños, ya que el parque de atracciones más antiguo de Suecia, Gröna Lund también está aquí, junto al fantástico acuario.
Como he comentado, en esta escapada a Estocolmo tiene cabida de todo. Y si eres amante de los barcos, la pequeña isla de Skeppsholmen te resultará fascinante.
Es un espacio dedicado al mundo marítimo y la marina militar, tan importantes en la historia de Suecia. Con solo 70 habitantes censados, el lugar resulta especialmente agradable y tranquilo, aunque no falte la oferta cultural, imprescindible en Estocolmo.
Otros tres museos completan una visita relajada: Arquitectura y Diseño, Arte Moderno y Antigüedades Orientales. Pero antes de visitarlos, no te pierdas las fantásticas vistas que ofrece el puente Skeppsholmsbron.
Vasastan es un barrio residencial que se ha hecho muy famoso por sus parques, sumamente apreciados por los nativos para irse de picnic. Además de algunas otras cosas que vale la pena visitar.
Una de ellas es la Biblioteca Pública, de las más bonitas y originales que he visto. Un enorme espacio circular con una gran cúpula central, más de 2 millones de ejemplares y entrada gratuita. Si eres un apasionado de los libros, no te puedes perder este exponente supremo de la arquitectura nórdica.
Vasaparken y Tegnérlunden son los dos parques más extensos y famosos. Muy cerca de este último se ubica la casa del dramaturgo August Strindberg, convertida actualmente en museo.
Y, sobre todo, el barrio atesora algunos de los mejores restaurantes típicos escandinavos en los alrededores de las plazas Odenplan y St. Eriksplan.
El núcleo central de comercio y negocios en las grandes ciudades no suele ser lo más bonito de ellas. Y Estocolmo no es la excepción. Sin embargo, ninguna visita estará completa sin conocerlo, sobre todo porque aquí se encuentra el nudo principal de comunicaciones.
No solo eso, también importantes calles muy concurridas, variedad de sitios para comer o tomar algo rápido, centros comerciales, etc. Digamos que es un barrio que, por una u otra razón, no podrás evitar en tu escapada a Estocolmo.
La calle peatonal más conocida es Drottninggatan, donde abundan tiendas, cines y cafés. En el corazón mismo de la City se ubica la fuente de Sergeltorg, con su característico obelisco de cristal. Funciona como rotonda para las principales avenidas de la ciudad y es un valioso punto de referencia para orientarte.
A un costado encontrarás la Kulturhuset, el centro cultural más importante, con galerías de arte, restaurantes y una gran sala de juegos para niños. Muy cerca está Hötorget, un magnífico mercado de frutas, verduras y flores al aire libre, situado a los pies de la famosa Casa de la Música.
Por allí también hay otro mercado, pero cubierto, llamado Hötorgshallen, donde se puede encontrar gastronomía de todo el mundo. Que por algo Estocolmo es un hervidero de diferentes culturas y nada mejor que un sitio como éste para reflejarlo.
Y, cómo no, el parque Kungsträdgården, un estupendo oasis en medio de la ciudad moderna, punto de encuentro juvenil por excelencia.
Una de las atracciones turísticas más valoradas de Estocolmo son sus estaciones de metro. Desde hace unos años, diversos artistas locales han esculpido y pintado en ellas, dotándolas de un estilo propio y diferente.
Aunque no utilices el metro, vale la pena pagar un billete solo para verlas, son fantásticas. Y si te apetece, hay un tour guiado que te llevará por las mejores.
Muchas cosas para ver y disfrutar en esta escapada a Estocolmo. Pero no te agobies, como te dije antes todo está muy cerca y se llega fácilmente a cualquier sitio. Recuerda que además del transporte normal de cada ciudad, tienes la posibilidad de desplazarte en barco a muchos destinos. Algo muy recomendable si tu viaje es en primavera o verano.
No descartes tampoco el invierno, la navidad es una de las mejores épocas para visitar la ciudad. Los mercadillos son maravillosos y la nieve le otorga un plus a cualquier paisaje.
Si no lo has hecho nunca, ya va siendo hora de que te pierdas detrás de una belleza nórdica.
¡Hasta pronto!
Me llamo Cristian Goldberger y soy un viajero empedernido. Desde niño siempre he soñado con viajar y compartir mis experiencias con todo el mundo. Tras cursar una Licenciatura en Turismo, he viajado, vivido y trabajado a ambos lados del charco. Como guía oficial del Parque Nacional de Aigüestortes y Lago de San Mauricio tengo debilidad por las montañas y la naturaleza. ¿Si pudieras, te pasarías la vida viajando? Yo, desde luego que sí.
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