Te propongo un plan por algunos de los pueblos más bonitos de Madrid. Comenzamos por Aranjuez y Chinchón, para cualquier día que no sepas qué hacer y si ya tienes muy visto todo el centro de la ciudad, te propongo un combo de visitas rurales por las afueras de Madrid. Es un planazo increíble a tan solo 50 kilómetros del centro.
Estas dos localidades que están muy cerca la una de la otra y que se pueden visitar en el mismo día si te organizas bien. Para eso estamos aquí, te voy a dar las claves para que vayas directo a ver lo que realmente merece la pena.
Visitar la Real Villa de Aranjuez puede que sea uno de los mejores planes rurales que hacer a las afueras de Madrid.
Aranjuez fue un lugar de retiro de la realeza, perfecto emplazamiento para sus hobbies, como la caza, y un lugar tranquilo fuera de la urbe. La realeza no elige sitio malo para pasar sus vacaciones, así que te puedes imaginar que es un lugar privilegiado.
Una recomendación importante es ir con tiempo, y saber muy bien qué visitar, porque todo es gigante y te puedes perder fácilmente y no salir a tiempo de los jardines. Pero tranquilo que te voy a indicar exactamente los puntos de mayor importancia que ver en tu paseo por Aranjuez.
Así que, como no puede ser de otra forma, comenzamos el paseo por Aranjuez como lo hacían los reyes, por el Palacio Real.
Puedes verlo tan solo por fuera, o si lo prefieres y vas con tiempo, puedes visitar su interior. Tendrás acceso a las habitaciones, los despachos y los salones de celebración de la realeza que ha pasado por aquí. Felipe II, Felipe V y Fernando VI, son algunos ejemplos, y si te fijas bien, los verás esculpidos en su fachada.
Te dejo aquí mismo el enlace para que puedas sacar las entradas con antelación.
El interior es una pasada, pero sus inmediaciones no tienen ningún desperdicio. Son todo jardines, a ver cual más agradable. Y es que tienen fama de ser de los jardines más bonitos del mundo.
En las inmediaciones del Palacio encontramos también varias plazas, como la Plaza Mariblanca, que tiene liderándola a la Iglesia de San Antonio de Padua.
También la Plaza de Parejas. Debe su nombre a los característicos desfiles que aquí se hacían en una especie de baile a caballo, en los que desfilaban y se cruzaban de dos en dos y parecía una baile de parejas.
También está el Parterre, que recuerda mucho a los jardines del Palacio de Versalles. Jardín de estilo clásico francés con estatuas y fuentes por todas partes, ideal para sentirte de la corte.
El Jardín de la Isla, es el más antiguo de la zona, debe su nombre a que está rodeado por el río Tajo. Paseando encontrarás muchas imágenes de la mitología griega.
El Jardín del Príncipe, que tiene, seguramente, el paseo más agradable de todo Aranjuez. Puedes pasear por la ribera del río Tajo que lo bordea. Verás a mucha gente practicando deportes acuáticos, el más común es el piragüismo.
Dentro de este jardín encontrarás La Casa del Labrador, es un palacete situado en un extremo del jardín rodeado de todo el verde. Lo mandó construir Carlos IV, seguramente quería aislarse aún más y se construyó, salones de baile y hasta una sala de billar para montar sus fiestas más privadas. Antes de existir el palacete lo que había era una casa de labranza, donde dormían los agricultores y servía también para guardar la cosecha y los aperos.
Dentro de este jardín también debes buscar el Estanque de los Chinescos, sus fuentes son todo un espectáculo que hacen aún más bonito el lugar.
Y por último y más original aquí hay un museo de Faluas Reales. Son un tipo de embarcaciones que utilizaba la realeza en sus paseos por el Tajo. Dentro podrás ver retratos y representaciones de estas actividades.
Si has sido madrugador y terminas la visita a Aranjuez a una hora prudente para comer, seguimos con la segunda parte de la propuesta. Depende de la hora que se te haya hecho perdido en los jardines, podrás comer en Aranjuez o desplazarte hasta Chinchón. No hay mas de 30 kilómetros, y llegar a comer a su magnífica Plaza Mayor.
Y si no te da tiempo, siempre te quedará la cena, jeje, ¡¡que también hay que cenar!!
Uno de mis pueblos favoritos de Madrid, Chinchón, tras su gracioso nombre (a mí me lo parece) se encuentra uno de los pueblos medievales más bonitos de Madrid.
Tiene como absoluta protagonista la Plaza Mayor. Lugar de reuniones y celebraciones de sus habitantes (5000 aproximadamente) y de sus muchos visitantes que nos vamos huyendo de la ciudad cada vez que podemos para disfrutar de los planes rurales de Madrid.
Es una autentica preciosidad. La adornan 234 claros, balcones pintados de un característico color verde. Le dan un aire fresco y alegre a la plaza, que sumado a sus muchos restaurantes y terrazas invitan al máximo buen rollo. Hay super buen ambiente y pasarás una tarde de lo más animada con los amigos.
Desde el s.XV es el lugar elegido para celebrar las festividades del pueblo. Actualmente son, los carnavales, las fiestas patronales a mediados de agosto en las que esta plaza se convierte en una plaza de toros, o los mercadillos medievales a finales de febrero donde se celebran desfiles y torneos.
Antes o después de la comilona en la Plaza Mayor no puede faltar un paseo por el pueblo que no tiene ningún desperdicio.
Podrás ver un castillo, que aunque no se trata de una gran fortaleza, ni se puede visitar el interior, merece la pena solo por las vistas que hay desde aquí al resto del pueblo. Como curiosidad te cuento que durante el s.XX que ya no tenía funciones de castillo ni de fortaleza se le dio uso como fábrica de licores.
También tienes que visitar la Parroquia de la Asunción, desde aquí también hay unas vistas excelentes al pueblo y al castillo. La curiosidad de este lugar es que esta iglesia no tiene campanario, ya que fue construida para el uso privado de los Condes de Chinchón, y no necesitaban hacer la llamada al culto al resto de la población. Cuando pasó a ser parte del resto del pueblo tampoco vieron útil su construcción porque muy cerca se encuentra la Torre del Reloj que les servía como campanario. Esta torre pertenecía a otra iglesia que fue destruida allá por el año 1808, y se reparó la torre pero no la iglesia, así que montaron el puzzle perfecto que le da este toque curioso al pueblo.
Al lado se encuentra el Teatro Lope de Vega, que fue construido sobre los restos del Palacio de los Condes que fue derruido durante la Guerra de Sucesión Española.
También es interesante visitar la Casa de la Cadena, que debe su nombre a que este lugar fue el hospedaje de Felipe V en 1706, ese día se puso una cadena que parara el paso por seguridad y ahí se quedó.
Si decides alojarte aquí para disfrutar más del pueblo, puedes hacerlo en el Parador Nacional, el antiguo convento de San Agustín que después fue convertido también en juzgados y cárcel. Hoy tiene un uso más agradable.
Y hasta aquí una de las muchas propuestas que te hago como planes alternativos a las afueras de la ciudad, visitando los pueblos más bonitos de Madrid, Aranjuez y Chinchón.
Si te gusta este tipo de rutas alternativas al asfalto de la ciudad, te propongo que visites un pueblo precioso al norte de la ciudad, Patones de Arriba, el cual encontrarás haciendo turismo rural por la Sierra Norte de Madrid.
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