No tuve la oportunidad de conocer esta ciudad hasta mis 27 años. Había oído hablar auténticas maravillas sobre ella, pero cuando la pisé por primera vez, me di cuenta de que todos se habían quedado cortos. Pocas veces te enamoras en la vida, pero Donostia y yo ya estamos conectados para siempre. Y si aun no consigues imaginar por que te estoy diciendo esto, adéntrate en este artículo sobre qué ver en San Sebastián.
Comencemos por una de sus cosas más interesantes: sus playas. Y hagámoslo de este a oeste, para no perdernos mucho en el recorrido.
Se trata del sitio perfecto para los turistas que vienen en busca de las mejores olas para surfear, ya que es la playa que está más abierta al mar. Como vamos a describirla de derecha a izquierda, comenzamos por su final, donde se encuentra la Explanada de Sagués. Este lugar es muy importante durante la Semana Grande, ya que allí se celebran multitud de conciertos y es el lugar de reunión de la juventud. Y ya que menciono este periodo del año, aprovecho para hacer hincapié en que si algún año podéis asistir a las fiestas de San Sebastián, os lo recomiendo encarecidamente. Son a mediados de agosto y la atmósfera que se crea con su competición de fuegos artificiales, entre otras cosas, es para vivirla alguna vez en la vida. También podemos visitar la escultura de «La paloma de la paz».
Tiene concedido el premio de Arquitectura Contemporánea Mies van der Rohe (uno de los más importantes de Europa), y no es para menos. Sin duda, se trata del edificio más característico de San Sebastián y en el que tienen lugar los acontecimientos más importantes del año. Se escogió el inicio de la Playa de Zurriola para construir el palacio donde se celebra durante cada año el famoso Festival de Cine de San Sebastián, a parte de otros muchos acontecimientos. Se puede visitar haciendo reservas en grupo de aproximadamente una hora de duración. Si lo miras de frente, junto a su izquierda encontrarás el Puente de Zurriola o Puente Kursaal. Muy característico también por sus columnas y colores. Una vez lo cruces, llegarás a la Parte Vieja o Casco Antiguo de Donosti.
Cambiamos de zona y, mientras recorremos el Paseo Nuevo hasta llegar a las siguientes playas, vamos a disfrutar de muchos de los sitios más interesantes que ver en San Sebastián.
Este paseo se encarga, casi en su totalidad, de rodear al Monte Urgull. Con 123 metros de altura, es uno de los dos montes más representativos de la ciudad. No recuerdo demasiado fatigante la subida y, desde luego, las panorámicas de la ciudad desde allí lo merecen. Hay varias rutas alrededor del monte por las que ir ascendiendo, y diría que se tarda alrededor de una hora en llegar a la cima.
Allí se hallan el Castillo de la Mota y la Escultura Sagrado Corazón de Jesús, la cual mide 12 metros. El primero fue construido a modo de fortaleza durante las guerras de principios del siglo XIX y actualmente alberga exposiciones, en su mayoría, sobre la ciudad. Su horario de apertura es de 10:00 a 19:00 y la entrada es gratuita. Lo único es que, al tratarse de un sitio un poco pequeño, soporta un aforo reducido y necesita gestionar sus visitas mediante reserva previa.
Son los dos sitios que podemos visitar al final del recorrido del Paseo Nuevo. En el puerto encontrarás varios bares y restaurantes donde tomar algo o comer en una de tus pausas y uno de los Aquariums más importantes de Europa. La gente lo considera otro de los imprescindibles cuando vas a San Sebastián. Encontrarás toda la información necesaria para visitarlo aquí.
A los pies del Monte Urgull, para continuar con nuestra explicación en orden geográfico, se encuentra la parte antigua, el lugar con más ambiente y animación de toda la ciudad. Ideal para hacer la famosa ruta de los pinxtos y para visitar lugares tan emblemáticos como los que aparecen en el mapa que te dejo a continuación (los he marcado por orden de noreste a suroeste para que te resulte más visual todo, pero la zona es lo suficientemente pequeña como para visitarla como más te apetezca):
Compuesto de tiendas y 26 puestos tradicionales. En él encontrarás los alimentos con una de las mejores calidad bajo un teche histórico de lunes a sábado de 8:00 a 21:00.
Dedicado a contar la evolución de la sociedad vasca a través de piezas de etnografía y arte. Abierto de martes a domingo de 10:00 a 20:00 h. Abre solo los lunes que sean festivos o puentes. La entrada general cuesta 6 €, pero hay reducciones para algunos casos acreditables.
Única superviviente a los ataques a la ciudad en la Batalla de Vitoria. Encargada de unir el recorrido entre la Basílica de Santa María del Coro y la Iglesia de San Vicente.
Repleta de bares donde degustar infinidad de pintxos. Los precios pueden variar de unos a otros establecimientos, pero la media es un poco cara.
Caracterizada principalmente por los soportales que la conforman, es lugar de muchas celebraciones locales. Antiguamente era una plaza de toros, de ahí que actualmente los balcones que la rodean estén numerados, porque ocupan el lugar de los palcos en las fiestas taurinas que tuvieron lugar durante muchos años.
Antiguamente fue un casino y en la actualidad se trata de edificio de gran belleza que agrada cualquier paseo que des por sus alrededores.
Destaca entre el resto de edificios que la rodean por su torre de 75 metros de altura. La entrada es gratuita y está abierta durante toda la semana de 8:00 a 12:30 y de 17:00 a 20:00.
Y entre monte y monte nos topamos con este paseo, el cual bordea dos de las tres playas que conforman la costa de Donosti. Lo reconocerás fácilmente en cualquier foto que veas por su mítica barandilla blanca.
Se trata de la playa más famosa de San Sebastián, y con razón. Todos los años consigue reunir un ambiente increíble con los bañistas que la frecuentan. Especial por las múltiples vistas que tiene del Monte Igueldo, la isla de Santa Clara y el Monte Urgull. No es la más idónea para surfear, pero sus aguas y arenas son ideales para pasar un día estupendo tomando el sol.
Aquí puedes consultar las dos opciones que existen para viajar desde el puerto hasta la isla. La verdad es que ofrecen unos precios muy económicos y tienen rutas disponibles desde las 10:00 a.m. Por tanto, es una muy buena opción para pasar la mañana haciendo alguna ruta, relajándose en su orilla (considerada por algunos la cuarta playa de San Sebastián) o tomando algo en la terraza de su puerto. También puedes aprovechar y comer por un precio muy asequible. Algunos valientes deciden llegar a nado, así que puedes barajar esta opción si te gustan los restos atléticos.
Es restaurante y spa (uno de los mejores complejos de talasoterapia en el Cantábrico) al mismo tiempo. Antiguamente se acudía a él para disfrutar de las propiedades de hidroterapia con agua de mar. Hoy en día es una muy buena opción para pasar un rato relajándose en sus instalaciones o para comer en su terraza, la cual cuenta con unas maravillosas vistas al mar. Si los precios de las comidas te resultan elevados, la opción de tomar un desayuno es mucho más asequible para cualquier bolsillo.
Se encuentra justo en el punto de unión entre la playa de la Concha y la de Ondarreta. Fue el palacio de verano para la Reina Cristina desde 1887. Actualmente es utilizado para hacer cursos universitarios en verano y como Centro Superior de Música. Compuesto por tres plantas y unos magníficos jardines, puede visitarse de forma gratuita de lunes a sábado de 9:00 a 13:30 y de 15:30 a 19:00 y los domingos por la mañana.
Es la continuación hacia occidente de la Playa de la Concha y, aunque cuenta con las mismas vistas, es la playa más pequeña de todas. Sin embargo, sus condiciones para surfear son mejores, y cuenta con baños, vestuarios y duchas públicas. Si continuamos hasta el final de su recorrido hacia el oeste, nos encontramos con uno de los símbolos más famosos de la ciudad, el Peine del Viento. Como se ve en la foto, se trata de varias estructuras metálicas ancladas a las rocas contras las que golpea el oleaje.
Sin duda, la zona más idónea para el disfrute de los niños. Su ascenso en su histórico funicular, el cual parte cada 15 minutos, es muy original y tiene un coste de 3,75 € ida y vuelta para adultos. Además, cuando llegas a la cima, te encuentras con un parque de atracciones que cuenta con uno de los miradores más espectaculares de la ciudad. Todo lo que quieres hacer o probar tiene un precio medio de 2,5 €. También se puedes subir en coche o autobús y el horario de apertura es a partir de las 10:00. El cierre dependerá del día de la semana y la temporada del año en la que estés. Por último, comentarte que cuenta con un único restaurante donde puedes parar a tomar algo mientras disfrutas de las vistas. Para comer, tiene muy poca variedad, pero por 15 euros puedes disfrutar de un menú individual como el que se aprecia en la foto.
Seguro que esta pequeña y acogedora ciudad tiene muchas más cosas que ofrecer a parte de las que he incluido en este artículo. Puedes invertir todos los días que te apetezca en ir descubriéndola, compaginando así el turismo con el relax en sus preciosas playas. Pero si necesitas saber cuánto tiempo necesitas para visitar la ciudad, con dos días tienes de sobra. Al ser una ciudad tan atractiva para turista, debes ir con el bolsillo preparado, ya que tanto los alojamientos como la gastronomía tienen los precios un poco elevados. Es la única pega que se me ocurre ponerle a mi querida San Sebastián.
Espero que disfrutes tanto como yo descubriendo cada rincón que te he recomendado.
Madrileña treintañera que se dedica a ahorrar todo lo que su sueldo de enfermera le permite para viajar y descubrir este maravilloso mundo en el que vivimos. Y es tal la emoción que siento cada vez que lo hago, que quiero compartir mis experiencias y aprendizajes a través de estos artículos. Espero con ello que cada viajero pueda disfrutar de cada nueva aventura igual o más de lo que lo hice yo.
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