¿Planeando descubrir el paraíso a doce horas de avión? ¿Convencido de que en España todas las localizaciones de playa son iguales?
Siento decirte que te equivocas, uno de los mejores destinos europeos de sol y mar está al alcance de tu mano: la isla de Formentera.
La menor de las Pitiusas parece estar indeleblemente unida a su hermana Ibiza, pero en realidad no tienen mucho que ver. Ni en la forma ni en el fondo. En una siempre se ha buscado la notoriedad a través de la fiesta y el desparrame. La otra mantiene un carácter pausado y decido a preservar sus esencias sin paliativos.
Por eso se ha convertido en un lugar único, fiel a sí mismo y adorado por los que buscan ese Mediterráneo algo salvaje que resulta casi imposible de encontrar.
Muchas veces digo que me busquen en Formentera si algún día me pierdo. Y como yo, unos cuantos, seducidos por la bohemia, el buen rollo y la paz que se respira allí en medio de un paisaje exquisito.
Descubre el secreto mejor guardado de las Baleares y ríndete ante la magia natural de una isla que embruja al que la conoce.
A pesar de ser una meca turística soñada, Formentera nunca ha dejado su carácter de verdadera isla. Esto quiere decir, entre otras cosas, que no hay aeropuerto y solo es accesible por mar.
El low cost te sirve solamente para llegar a Ibiza. Este rasgo ya la hace diferente a las demás y muestra la determinación de sus habitantes. Cuando hace unas décadas el cacique ibicenco de turno y prócer del turismo de masas, intentó construir un aeropuerto, se topó con la oposición cerrada de los formenterenses.
Recuerdo cómo me lo contaron ellos mismos: aquí se llega navegando, sin prisas, igual que se vive. En esta frase puedes resumir la filosofía de la isla y es algo que empiezas a notar nada más poner un pie en el puerto de La Savina. Hasta él llegan las embarcaciones, bien desde Ibiza, bien desde Denia en temporada alta, ya que es el único puerto deportivo y de pasajeros. Por lo tanto, la puerta de entrada y salida de la isla.
Por supuesto esto encarece y complica un poco las cosas. A cambio obtendrás un destino excelentemente conservado y tranquilo, gracias sobre todo a este aislamiento. La suma de “no hay” es lo mejor que tiene: no hay aeropuerto, no hay semáforos, no hay resorts turísticos, no hay grandes edificios.
Lo dicho, el paraíso más cercano.
Si bien puedes llevarte tu coche en ferry, tanto desde la península como desde Ibiza, es mejor hacer cálculos primero. No solo te saldrá más caro, sino que desentonará con lo que encontrarás en Formentera.
El medio de transporte por excelencia en la isla es la bicicleta, por lo que tiene de ecológico y funcional. Pero desde hace un tiempo ya es posible alquilar scooters y coches eléctricos, incluso con algunas ventajas para acceder a determinados lugares.
Ten en cuenta que Formentera tiene 83,2 km2, solo 20 km de punta a punta y 69 km de costa, y al ser prácticamente plana puede recorrerse sin problemas en cualquier tipo de vehículo. Incluso a pie, si me apuras, ya que el punto más alto está a 192 metros sobre el nivel del mar. Un paseo si te gusta el senderismo.
También puedes moverte en transporte público, taxis o taxis náuticos, dependiendo de tus gustos y tu bolsillo.
Otro dato importante si vas con tu propio yate o velero, es que no podrás fondear donde te pillen las ganas. Las increíbles aguas turquesa de Formentera guardan un tesoro: la pradera de Posidonia, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Por eso el fondeo está regulado como forma de proteger este frágil tesoro.
Si es tu caso, mejor infórmate aquí.El turismo responsable y sostenible es el único que tiene cabida en Formentera, por expreso deseo de sus gentes. Una meca del modo slow, que se suma a las que ya te mencioné en otro post.
Todo, absolutamente todo. Es una isla a escala humana, puedes conocerla en unos días sin ninguna prisa, allí el tiempo tiene otra dimensión. Sobre todo si vas en primavera o en otoño, fuera de la temporada alta, algo que te recomiendo encarecidamente.
No solo es cuestión de precios, que también, sino especialmente de experimentar esa sensación de libertad que ofrece la isla sin agobios. Porque si bien no vas a encontrarte con el turismo de masas de sus hermanas baleares, en agosto se llena de visitantes de estancia o de un día. Sobre todo italianos, que tienen una predilección clara por Formentera.
Supongamos que vas en mayo o junio, para mí el momento ideal del año. La luz es espectacular, los días más largos que en cualquier otra época y las tarifas algo inferiores a las de julio o agosto. Lo mejor que puede ofrecer el paraíso del Mediterráneo.
La isla tiene dos faros, el de Cap de Barbaria y el de La Mola. Al primero seguro que lo has visto muchas veces como imagen icónica de Formentera, sobre todo después de aparecer en la película Lucía y el sexo. Está situado en el extremo sudoeste, sobre un impresionante acantilado vertical de 100 m de altura. Es uno de los puntos de reunión favoritos a la hora de ponerse el sol, con unas vistas fantásticas al islote de Es Vedrá, en Ibiza.
El faro de La Mola no se queda atrás, todo lo contrario. Emplazado en un lugar excepcional, al borde de un acantilado a 120 m sobre el mar, es uno de los principales atractivos de la isla. Perfecto para la salida o puesta del sol, no dejes de visitarlo, te deslumbrarán las vistas sobre el Mediterráneo y la paz que transmite toda la zona.
De camino al faro, es obligatorio hacer una parada en el Mirador de Formentera, en la pequeña meseta de La Mola. Desde allí se puede ver las costas norte y sur en toda su extensión, rodeadas por el abrazo del mar.
Formentera tiene seis núcleos urbanos: San Francisco Javier, La Savina, Es Caló, Es Pujols, El Pilar de La Mola y San Ferrán. En este último se desarrolló el movimiento hippie en los años 60, del que conserva muchas características.
Vale la pena conocerlos, son pequeños, agradables y en ellos encontrarás tiendas y restaurantes donde se practica el slow fooding.
Algo que no puedes perderte es la isla de Espalmador, al norte de Formentera. La pequeña y paradisíaca isla forma parte del Parque Natural de Ses Salines, una joya compartida entre Ibiza y Formentera, especialmente protegido.
Para conocer Espalmador tienes que ir en barco, ya sea propio, alquilado o de línea. Aunque parece estar a tiro de piedra de la playa de Ses Illetes, las fuertes corrientes desaconsejan totalmente nadar hasta allí. Hay un servicio desde el puerto de La Savina o desde la misma playa que te puede llevar y luego recoger por la tarde o al mediodía. La compañía se llama Bahía y es la única que se encarga del traslado, recuérdalo.
El sitio es mágico, espectacular, con la magnífica playa de S’Alga para nadar, tomar el sol y observar las aves. Justo en medio de la isla hay una explanada salinera que tiene lodo líquido en el centro y hasta no hace mucho se podían tomar baños de barro. Hoy en día está totalmente prohibido por las estrictas leyes medioambientales. Lo que sí está permitido, como por otra parte en toda Formentera, es el nudismo y en Espalmador encontrarás mucha gente practicándolo.
Importante llevarte sombrilla, comida y bebida, afortunadamente no hay chiringuitos ni nada que se le parezca.
Dos elementos arquitectónicos típicos son los molinos de viento y las torres defensivas, ambos repartidos por toda la isla. Unos se usaban para moler el trigo, las otras para intentar que los piratas no desembarcaran en sus costas y alguno de ellos puede visitarse.
Desde primeros de mayo hasta mediados de octubre podrás disfrutar de los Mercados Artesanos y Artísticos de Formentera, toda una institución en la isla. En ellos se venden productos diseñados y elaborados en talleres autóctonos, un detalle más del pasado hippie de Formentera, que no se ha perdido del todo.
Claro está que cuando hablo de “ver en Formentera” lo primero que te viene a la mente es una imagen de playa caribeña. A eso voy ahora, a contarte cuántas y cuáles son las verdaderas protagonistas que conforman el paraíso del Mediterráneo.
¡Esto es increíble, ni más ni menos que veinte playas y calas, muchas de ellas catalogadas como las mejores a nivel internacional! Todas absolutamente impresionantes, ya sea por sus paisajes naturales o su arena fina y dorada. Aunque la isla es pequeña, la variedad para elegir resulta de lo más estimulante.
Difícil elegir cuando todas son maravillosas, pero siempre se puede hacer una selección, sobre todo si tu tiempo de estancia no va a ser muy prolongado. Estas son las playas que no te puedes perder según la zona:Si bien estas dos zonas son las que más playas concentran, no puedo olvidarme de la archi-famosa Cala Saona, en la costa occidental. Perdida entre los acantilados que reinan en esa parte de la isla, sus apenas 140 metros son de una maravillosa belleza natural. Cuenta con todo tipo de servicios y eso la hace especialmente apta para ir con niños.
Otra playa importante es Es Pujols, una de las más turísticas de Formentera. Seguramente se debe a que es la única en una zona urbana, con todo tipo de servicios a su alcance, aunque sin perder nada de su encanto.
Recuerda que, aunque en la isla está permitido el nudismo en las playas, las más familiares quizás no sean adecuadas. Sobre todo, porque hay muchas más que brindan toda la privacidad que quieras. Formentera ofrece total libertad de usos y costumbres respecto a la ropa, no hay playas exclusivamente nudistas, ni carteles que lo indiquen. La elección depende de ti.
No hay duda que estirarse al sol, bañarse en playas memorables y moverse lo mínimo es una de las posibilidades. Pero a pesar de su tamaño, la isla ofrece muchas más actividades de lo que podrías imaginar.
Por supuesto, los deportes náuticos ocupan un lugar de preferencia con un catálogo impresionante. Se puede practicar submarinismo, snorkelling, windsurf, conocer la costa en kayak e incluso hacer un curso de vela en la Escuela Municipal. También es posible el alquiler de barcos directamente de particulares, con o sin patrón, algo que si el bolsillo acompaña resulta altamente recomendable.
En los últimos años se ha puesto el acento en los deportes alternativos, con rutas especialmente configuradas para respetar la naturaleza. Existen 32 rutas verdes en la isla que suman en total más de 100 km, ideales para recorrer a pie, en bici o a caballo. La más famosa sin duda es el Camí de Sa Pujada, que posiblemente se remonte a la época romana y apta solo para el paseo.
Se trata de una senda que recorre el camino histórico desde Es Caló hasta La Mola aunando patrimonio y naturaleza. Son 4 km con cierta dificultad pero que te devuelven con creces el esfuerzo realizado.
Una de las actividades más gratificantes que puedes hacer en Formentera es montar a caballo. Tanto si eres experto como si no, la posibilidad de practicar equitación es increíblemente atractiva en una isla como esta. Ya sea por la playa o por los senderos habilitados, puede ser una de tus mejores experiencias, te lo digo con conocimiento de causa. Aquí te dejo el link para contactar con la empresa que la organiza.
Los aficionados al ciclismo estarán convencidos de haber encontrado el paraíso. Y con razón, la bicicleta es el medio natural de transporte en la isla, el más ecológico y el que te permite olvidar los aparcamientos. Solo para pasear, para desplazarte o como actividad deportiva, las dos ruedas son las reinas de Formentera. E incluso se celebran 3 carreras importantes en el mes de octubre, ideales para bikers.
Por si esto fuera poco, la isla es un destino perfecto para los runners, con una agenda plagada de carreras de todo tipo. Media maratón, triatlón, cross, carrera popular, tienes para elegir y la mayoría son fuera de la temporada alta, si eres de uno de ellos no te las puedes perder.
Pero si lo que te mola es el birding, Formentera es un lugar excepcional para la observación de aves por su situación geográfica entre África y Europa. Incluso se ha elaborado un catálogo con los puntos detallados para que no te pierdas ni una pluma.
Te quiero recordar que la isla es un destino perfecto para ir con niños, con muchísimas actividades dirigidas a ellos en un entorno absolutamente natural. Y por supuesto, también uno de los paraísos gay friendly de España.
Así que no será por no tener nada que hacer, como siempre tú eliges pero el abanico de posibilidades es casi infinito.
¿Sabes cuál es el resultado final? Un viaje inolvidable donde encontrar el paraíso a la vuelta de la esquina. Esa clase de paraíso que seguirá allí mientras lo tratemos con el respeto que merece.
Ahora te dejo para meterme en las páginas del ferry, el mono de Formentera ataca fuerte y no veo la hora de volver.
¡Hasta la próxima semana!
Me llamo Cristian Goldberger y soy un viajero empedernido. Desde niño siempre he soñado con viajar y compartir mis experiencias con todo el mundo. Tras cursar una Licenciatura en Turismo, he viajado, vivido y trabajado a ambos lados del charco. Como guía oficial del Parque Nacional de Aigüestortes y Lago de San Mauricio tengo debilidad por las montañas y la naturaleza. ¿Si pudieras, te pasarías la vida viajando? Yo, desde luego que sí.
Copyright © 2022 | Superguiaviajera.com · Todos los derechos reservados ·
Aviso Legal | Política de privavidad | Política de cookies | Contacto