¡En menudo lío me he metido al elegir las mejores playas de Asturias entre más de 200 que adornan su costa! Desde luego, no es tarea fácil.
Aun arriesgándome a que los asturianos me pongan a caldo, quiero compartir contigo mi lista de favoritas en una comunidad que me encanta. Sus 345 km de litoral van a dejarte pasmado ante tanta belleza, una perfecta combinación de mar y montaña, en completa armonía con la naturaleza.
Ahí radica gran parte de su atractivo, en esa fusión de azules y verdes unidos por arenales dorados, con las montañas en el horizonte. Y si bien el primer chapuzón en las frías aguas del Cantábrico resulta como mínimo “estimulante”, vale la pena probarlo. A cosas peores se acostumbra uno, ¿no?
Pero hay más, entre las playas de Asturias se encuentran algunas de las mejores de España. Las hay de todo tipo, desde salvajes para amantes del surf, hasta los arenales familiares y las calas recónditas. Con piedras o con arena, como prefieras, pero todas con un encanto especial y diverso.
Vamos a recorrer juntos una línea de costa que puede ser dulce o bravía, pero siempre perfecta para disfrutarla a tope. Con un detalle importante a tener en cuenta: algunas playas son estrechas y pueden desaparecer con la pleamar, mejor consultar antes de meterte en el coche.
¿Te apuntas?
Una de esas que tienen de todo: rocas, arena blanca, acantilados y buenas olas. Es una playa semiurbana, ubicada en el entorno impresionante de unos espectaculares acantilados, a la derecha del Mirador de la Boriza.
El paisaje es magnífico y cuenta con todos los servicios para pasar el día, pero hay que tener cuidado con las corrientes a la hora de bañarse, que esto no es el Mediterráneo.
Sus 200 metros de longitud y el hecho de no estar demasiado masificada, la hacen perfecta para disfrutar de una jornada playera típicamente asturiana, viento incluido.
La hermana tranquila de Andrín, de la que solo la separa el Mirador de Boriza. Sus aguas son más calmas, con poco oleaje, y frente a ella el islote de Castro nos deja una imagen de gran belleza, ideal para las fotos.
Los servicios son pocos en este arenal dorado, que se transforma cuando hay pleamar, en una playa de rocas. Sin embargo, tiene una característica que la hace especial, una chimenea natural (o bufón, como lo llaman los asturianos), abierta en el acantilado que muere en el mar. En los días de oleaje, el agua rompe contra las rocas y sube con toda potencia a través de la chimenea, como si fuera un geiser salado. Un espectáculo impactante y poderoso que vale la pena contemplar, y un detalle más que te regalan las playas de Asturias.
Entre los servicios hay parking, ojo con aparcar fuera de él porque las multas en temporada alta pueden ser más saladas que el agua de mar.
También conocida como La Ribeirona, es una de las favoritas de los asturianos, muy concurrida en verano y con todos los servicios. El parking es amplio y la playa cuenta con accesos adaptados.
Su forma de concha y su arena oscura la hacen especial, contrastando con un entorno rural típicamente asturiano, que tiene hasta un hórreo en lo alto.
Durante la época medieval, funcionaba un centro ballenero en el pueblo cercano, hoy en día reconvertido al turismo por su innegable atractivo natural. Es una de las que conviene consultar en la tabla de mareas, ya que en pleamar puede incluso desaparecer por su estrechez.
Pero también una de las más bonitas, imprescindible en este recorrido por las playas de Asturias.
Arena blanca y fina en estos 380 m que casi nunca se saturan y que brindan un rincón ideal para el buceo. Está unida por una barrera arenosa a la gran roca conocida como Islona y en pleamar se forma una hermosa piscina sin olas, resguardada del mar abierto.
Por esta razón es una de las preferidas por buceadores y pescadores, aunque no es accesible para personas con movilidad reducida.
A menos de 1km, en el pueblo de Cué, podrás ver una muestra de la Asturias más auténtica, con algún restaurante estupendo y casas de indianos. Se puede llegar desde allí en coche o andando en medio de un paisaje espectacular.
Diminuta y maravillosa son dos de los adjetivos con los que puedo calificar a este exponente perfecto de las playas de Asturias. En un entorno de cuevas, rocas, peces y charcos se esconde un triángulo arenoso de apenas 125 m de largo, muy visitado a pesar de su tamaño. Algo tiene que ver la presencia de un aparcamiento amplio, buenos servicios y hasta un área recreativa.
Está en la desembocadura del río Ereba y el paisaje de rocas kársticas talladas por las olas que la salpican, la vuelve única e incomparable.
Tal vez te preguntes cuál de estas playas de Asturias es la mejor para practicar deportes náuticos. Pues acabas de llegar a una de ellas, ideal para pesca, vela, windsurf y surf. Un extenso arenal entre bosques, con presencia de rocas de gran tamaño y belleza, preferida por los lugareños y turistas desde siempre.
Es que tiene de todo: aparcamiento, oferta hotelera, un pequeño paseo marítimo y también el punto de partida de la magnífica Ruta de los Miradores. Un espectacular recorrido por los mejores miradores de la costa en los que las vistas son insuperables.
En el top ten de las playas de Asturias, ésta sin duda figura entre las primeras. Una maravilla de 300 m de largo por 30 m de ancho completamente virgen y salvaje, donde no vas a encontrar chiringuitos, socorristas ni duchas. Aun así, cada verano la visita un poco más de gente que el anterior, aunque sigue sin estar masificada.
Tiene forma de concha y está protegida por acantilados e islotes de distintos tamaños que consiguen aplacar la fuerza del mar.
El único servicio es un aparcamiento en el camino de bajada, a partir de ahí hay que andar unos 15 minutos, escaleras incluidas. Nada imposible de hacer, aunque lleves niños.
Una vez abajo, verás que las típicas arenas doradas han desaparecido por completo y su lugar lo ocupan los cantos rodados. Por eso es recomendable llevar escarpines para que los pies no te arruinen el día. A la arena ni la echarás de menos, esa ausencia posibilita un agua cristalina, perfecta para hacer snorkel si aguantas bien la temperatura.
En el camino hay un par de miradores desde donde conseguir la foto perfecta para dar envidia a todos tus seguidores. Es el segundo, según bajas a la izquierda, sin duda el mejor y justo al borde del acantilado.
No te quedará duda, es uno de los rincones más bellos del litoral asturiano y una de las mejores playas españolas.
Una joya escondida declarada Monumento Natural. Y no es para menos, imagínate una playa de interior que no tiene salida directa al mar, sino que éste se cuela por debajo de los acantilados. Solo arena blanca y agua salada en estos escasos 40 m a los que no es fácil llegar, aunque merece mucho la pena.
Cuando sube la marea se transforma en una piscina salvaje, cuando baja, prácticamente desaparece. Por supuesto aquí no hay ningún servicio (ni espacio para ponerlo), pero no tiene la menor importancia, es de una belleza absoluta y singular.
Se dice que es la playa más pequeña del mundo, y para encontrarla tendrás que andar un rato por un camino agrícola, en medio de los prados.
Por supuesto, no la recomiendo para pasar el día tumbado al sol, pero sí es indispensable en cualquier guía de playas de Asturias.
Casi en el límite con Galicia, aparece esta hermosa y original playa, lugar de cita preferente de los naturistas, aunque no sea oficialmente nudista.
Un verdadero remanso de paz, protegida por grandes acantilados, con aguas cristalinas y arena blanca. Su singularidad radica en un islote central, que divide el arenal en dos y define su horizonte. No tiene ningún tipo de servicio, así que hay que cargar la mochila con lo indispensable.
Solo puede accederse a ella andando desde el pueblo de Serantes, y eso la convierte en un sitio nada masificado. Es ideal para disfrutar en libertad del agua, del sol y, cómo no, del viento que no suele faltar en las playas de Asturias.
Si lo tuyo es llevarte la tabla y coger olas, ésta es tu playa. Pero ten cuidado de no tropezar con la gran roca redonda que le da nombre a este enclave muy solicitado, no solo por los surfistas.
Es un precioso arenal con forma de concha alargada, de 600 m de longitud, donde encontrarás todos los servicios posibles. Parking, duchas, socorristas, accesibilidad total y algo que empieza a aparecer en las playas españolas: el cartel de sin humo. Una aspiración de todos los no fumadores para disfrutar de la naturaleza sin ensuciarla con colillas ni vapores perniciosos. A ver si cunde el ejemplo, que falta nos hace.
Además de bonita, esta playa es especial porque cuenta entre su flora con el alhelí de mar, una especie en vías de extinción. Y que no está presente en ningún otro lugar de Asturias.
Rodeada por el verde de las praderas aparece una playa perfecta para ir con los niños. Aquí el bravo oleaje del Cantábrico se remansa hasta convertirse en una piscina natural de agua salada.
La playa de Poo tiene forma de embudo y reposa en la desembocadura del arroyo Vallina. Al subir la marea, el mar entra por un canal que se ha formado a lo largo de los siglos. Las aguas mansas y poco profundas son ideales para que los críos jueguen sin peligro.
Desde sus 150 m de arenal, apenas se presiente el mar detrás de los acantilados y la ocupación en temporada suele ser muy alta. Además, cuenta con todos los servicios, incluyendo un pequeño aparcamiento.
Una sorpresa más de las que te deparan las playas de Asturias.
Integrada en la Reserva Natural de la Ría de Villaviciosa, ésta es una de las playas más famosas de Asturias. No solo por su extenso arenal de 1 km de longitud, sino también por el entorno.
Rodiles dispone de una gran zona arbolada y de un paseo marítimo de madera por el margen de la ría. Esto la convierte en un sitio único y muy frecuentado por todo tipo de visitantes. Al ser una zona muy abierta, con fuerte oleaje, se convierte en un paraíso para el surf y la pesca.
Hay todo tipo de servicios, incluido transporte público, área recreativa y varios cámpings en las inmediaciones. Una playa para pasar el día combinando el mar y el verde del bosque en un área de gran valor natural.
En plena desembocadura del río Sella se abre el extenso arenal de Santa Marina. Un kilómetro y medio de arena dorada en el entorno de una coqueta villa marinera, provisto de todos los servicios y con Q de calidad.
Está considerada como una de las mejores playas de Asturias y en ella se une historia, patrimonio, turismo y ecología. Aquí se puede hacer prácticamente de todo, desde la mera contemplación hasta deportes náuticos y caminatas sosegadas por el paseo marítimo.
Otro tema es el impresionante y peculiar urbanismo que la rodea, poblado de construcciones modernistas y hermosas casas de indianos a pie de playa.
Como es natural, registra una alta ocupación en verano, pero su extensión le ayuda a no parecer nunca abarrotada. Y por tener, tiene hasta huellas de dinosaurios en su extremo oeste, en la misma bajada al acantilado.
A solo 5 km de la ciudad de Gijón, Serín propone algo diametralmente opuesto. Una ensenada aislada, donde se mezclan arena y roca, con difícil acceso y frecuentada sobre todo por público gay y naturistas. También les gusta mucho a surfistas y windsurfistas, que aprovechan las buenas olas tan cerca de la ciudad.
Los enormes acantilados que la rodean, de hasta 70 m de altura, son de la época jurásica, y no es raro encontrar fósiles entre las rocas. El baño, con precaución y escarpines, es una playa muy abierta al Cantábrico y sus corrientes.
Desde los años 60, Torimbia es el referente del nudismo en las playas de Asturias. Resguardada por unos acantilados verticales, que los años han suavizado con vegetación, este hermoso arenal en forma de media luna es visitado también por “textiles”.
Hay algunos servicios, como duchas y papeleras, pero en general se conserva semisalvaje y con todo su encanto. Se puede llegar en coche hasta el aparcamiento (vistas impresionantes), y luego bajar unos 500 m por pista habilitada o por senderos agrestes. Una termina en la parte oeste y los otros en la zona oriental, así que dependerá de dónde te apetezca quedarte. Tienes medio kilómetro de arena para elegir.
Un largo arenal de dos kilómetros al abrigo de los acantilados del Cabo Negro, desde donde vuelan los aficionados al parapente. Dunas de gran valor ecológico, viento y buenas olas son las mejores referencias de una playa espectacular.
Tiene una ocupación alta, debido al fácil acceso y la presencia de algunos servicios, pero también dispone de zonas más tranquilas. Surfistas, pescadores y naturistas se reparten amigablemente el espacio y nunca parece saturada.
No dejes de visitarla, es una de esas maravillas que se encuentran en esta ruta por las playas de Asturias y que te deslumbrará.
Sé perfectamente que me dejo un buen puñado de playas, todas ellas merecedoras de estar en la lista de las mejores. Pero como lo que quiero es que te pique el gusanillo, seguro que tú mismo podrás completarla.
Anímate a meterte en las frías aguas del Cantábrico y descubre todo lo que la naturaleza te regala en este paraíso natural llamado Asturias.
¡Hasta la semana próxima y buenos viajes!
Me llamo Cristian Goldberger y soy un viajero empedernido. Desde niño siempre he soñado con viajar y compartir mis experiencias con todo el mundo. Tras cursar una Licenciatura en Turismo, he viajado, vivido y trabajado a ambos lados del charco. Como guía oficial del Parque Nacional de Aigüestortes y Lago de San Mauricio tengo debilidad por las montañas y la naturaleza. ¿Si pudieras, te pasarías la vida viajando? Yo, desde luego que sí.
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