Una ruta en coche por las mejores playas de la Costa Brava puede ser una idea genial para tus próximas vacaciones. La Costa Brava tiene todo para pasar unas vacaciones de lo más completas. Playa, montaña, cultura y buena gastronomía.
La Costa Brava está ubicada en la provincia de Girona. Hace frontera política con Francia y frontera física con los Pirineos. Esto hace que el paisaje sea de lo más interesante si te gusta la montaña y la playa y te cuesta decidir.
Es una costa accidentada geográficamente, chocan de frente los majestuosos Pirineos con el Mar Mediterráneo, esto da lugar a una costa abrupta, paisajes montañosos a orillas de playas paradisiacas, calas escondidas y mucho camino por recorrer si te gusta el senderismo.
Lo mejor es recorrerla en coche, ya que en un precioso camino de bosque de pinos te vas a sorprender con playas en las que hacer paradas improvisadas y descubrir tú mismo lugares únicos y mágicos.
Además del paisaje indiscutiblemente bello que vas a ver, la Costa Brava te va sorprender por la cantidad de pueblos que aún mantienen su esencia de antaño, conservando el aspecto de pueblo pesquero donde no han dejado entrar la construcción masiva, lo que hace que sea un ambiente relajado que le darán ese toque diferente a tus vacaciones por la Costa Brava.
Si te gusta tanto el mar como la montaña estás en el lugar adecuado. ¿Has oído hablar de los Caminos de Ronda? Son unos senderos que siguen todo el perfil del litoral a lo largo de toda la Costa Brava. Está perfectamente señalizado y en más de una ocasión dejarás el coche y preferirás caminar descubriendo calas, acantilados, faros y pueblos. ¡Se te va a hacer corto!
Te dejo enlace con todo lo que necesitas saber sobre los Caminos de Ronda.
La Costa Brava empieza en el pueblo de Blanes y termina con los límites fronterizos de Francia.
Por su cercanía con Barcelona Blanes y Lloret de Mar son las poblaciones más masificadas y construidas por y para el turismo. Tienen playas maravillosas como la Forcanera o Sa Caleta y lugares con mucho encanto como la Ermita de San Juan o el Castillo d´en Plata, pero avisado estás que seguramente encuentres mucho turismo.
Así que empezamos la ruta en Tossa de Mar, un pueblecito que guarda la esencia de aquellos veranos de épocas pasadas.
Puedes visitar su castillo y las murallas medievales del s.XIII que son una auténtica maravilla. Desde lo alto tendrás unas vistas espectaculares del pueblo y de toda la playa de Tossa.
Son muchas las calas que componen la costa de Tossa, como Cala Futadera, Cala Pola, Cala Bona, Cala Salions, Cala Morisca o la Giveroleta.
Su fotogénico castillo con sus murallas y toda la parte antigua medieval son una maravilla que seguro, no dejará de sorprenderte. Rodeado por algunas de las mejores calas de la Costa Brava como Cala Futadera, Cala Pola, Cala Bona, Cala Salions, Cala Morisca o la Giveroleta, una preciosa cala entre acantilados de escándalo, hacen de Tossa un lugar perfecto para relajarse y disfrutar de la playa.
Puedes investigar por toda la costa y estoy segura que encontrarás lugares aislados donde disfrutar del mar en solitario.
Si te va el buceo, también es muy buen lugar para hacer inmersiones y disfrutar de su fondo marino lleno de vida y color.
Si seguimos el camino ascendente hasta Sant Feliu de Guixols, encontraremos uno de los tramos de montaña más bonitos de Girona, conocida como Rosamar. Puedes hacer una parada en cualquiera de las calas que aparecen en el camino como, Cala del Senyor Ramon, Punta del Canyet o la Punta dels Canyerets. Es un paraje natural que te sorprenderá.
Es uno de los pueblos típicos de la Costa Brava. No le falta detalle, tiene castillo, un bonito centro histórico, un pasado pesquero y una gran playa bordeada de su paseo marítimo para los paseos nocturnos que tanto disfrutamos.
Tampoco le falta sus calas más alejadas y escondidas para disfrutar de algo más de calma. Algunos ejemplos son Cala Estreta o cala del Castell, enclavadas en preciosos entornos naturales.
Otra opción es la Playa de La Fosca. Acogedora, tranquila, amplia, un lugar perfecto para ir con la familia, ya que tiene un fácil acceso para llevar todo lo necesario para pasar el día al sol.
Desde esta playa hay un bonito paseo por el Camino de Ronda que te llevarás hasta S´Alguer, un precioso pueblo de pescadores que parece salido de un cuento. Para conservarlo fue declarado Bien de Interés Cultural en 2004. ¡No te lo puedes perder!
Calella de Palafrugell es otro de los lugares que tienes que visitar en la Costa Brava.
Calles estrechas y casas blancas son las protagonistas de este bonito pueblo con pasado marinero.
¿Conoces la canción Mediterráneo de Joan Manuel Serrat? Él se inspiró aquí para componerla. ¡No hace falta decir mucho más! ¡Tienes que venir a verlo!
Siempre es buena época para venir por aquí, pero si tu visita coincide con el primer sábado de julio podrás disfrutar de un espectáculo para los sentidos. La fiesta popular llamada Cantada de Habaneras. Una sucesión de conciertos muy especiales con gran afluencia de público.
Como ya sabemos, por aquí también pasa el Camino de Ronda, y este tramo, el que te lleva hasta Llafranc, es especialmente bonito.
Llafranc es un pueblecito de casas bajas escondido entre la vegetación. Tiene una cala de unos 400 metros de arena fina en la que pasar un espectacular día de playa. Si te apetece darte un homenaje puedes reservar en el restaurante que hay en el faro, el Faro de Sant Sebastià, situado en un lugar privilegiado que te brinda unas vistas espectaculares de toda la costa.
Seguimos subiendo hacia el norte y encontramos Tamariú. Un pequeñísimo pueblo situado entre montañas y mucha vegetación. Un lugar muy tranquilo donde disfrutar de la vida de pueblo y recorrer senderos descubriendo lugares de una belleza salvaje que se os quedarán grabados a fuego en vuestra memoria. Os recomiendo la cala Els Liris o Aiguadolça. Si te animas ve hasta las encondidas calas Aigua Xelida o Cala Pedrosa, que están un poco más alejados del pueblo pero bien merecen la pena esos kilómetros de más.
Begur es uno de los pueblos más visitados en verano, ya que muchos habitantes de ciudades cercanas tienen aquí su residencia veraniega.
Se reparten en pequeños barrios repartidos por las diferentes calas que encontramos en su costa.
Por supuesto las puedes recorrer todas siguiendo el Camino de Ronda o hacer la ruta en coche si estás cansado o eres de los que lleva muchas cosas a la playa.
Aiguablava es una de mis favoritas, y es que derrocha belleza por todas partes. Agua cristalina entre un entorno de lo más natural es lo que encontrarás al inicio de este precioso pueblo.
Al otro extremo del pueblo está Sa Tuna, sin duda uno de los rincones con más encanto de la Costa Brava. Un cala diminuta rodeada de pinos es el lugar elegido por algunos privilegiados para pasar sus vacaciones cada año.
Entre Begur y Estartit pasamos por Pals. Es un bonito pueblo con mucha historia que quizá no ha mantenido como debiera su patrimonio. Además la playa queda algo lejos del pueblo. Pero si quieres deleitarte con una auténtica maravilla culinaria pasa a comerte un arroz de Pals. Después pasa por su playa, es bastante grande, de arena y fina y agua azul turquesa que no defrauda. Puedes echarte una siesta después de la comilona.
Si seguimos nuestro camino hacia el norte llegamos a Estartit. Desde donde vemos las Islas Medes. Un autentico paraíso para hacer submarinismo en la Costa Brava.
Fue declarado Parque Natural Nacional Protegido por sus fondos de coral y la gran cantidad de peces que aquí habitan. Si prefieres verlo desde la superficie porque las profundidades te dan “yuyu”, tienes la opción de contratar una excursión en barco con el fondo transparente para disfrutarlo con esa seguridad.
L´Escala es un ejemplo perfecto de lo que ha supuesto la Costa Brava a lo largo de la historia. Griegos y romanos paseaban por aquí. Sus huellas las podemos ver tanto en la superficie como en el fondo del mar.
Les Muscleres Grosses y les Muscleres Petites esconden bajo sus aguas ruinas romanas. Puedes hacer snorkel y buscarlas por tí mismo si eres un explorador nato, y si lo prefieres, puedes contratar un guía que te llevará con toda seguridad hasta los lugares más sorprendentes del fondo marino.
Para darle una dosis cultural a tu visita, puedes ir al yacimiento de las ruinas de Empúries. Los griegos dejaron por aquí los restos de una de sus colonias hace ya 2600 años. ¡Casi nada!
No necesita de presentaciones ni de más publicidad, es simplemente espectacular.
Ampuriabrava o Empuriabrava, no sé si será el lugar perfecto para tus vacaciones, pero sí sé que no te dejará indiferente. Es la Venecia catalana, un pueblo con una red de canales que recorren toda la localidad. Casas a orillas de los canales con los barcos y lanchas amarrados en la puerta. Sin duda una estampa que no te puedes perder.
Seguimos nuestro camino hacia el norte. El paisaje se vuelve más extremo, ya que nos acercamos a los Pirineos. Roses es un preciosos pueblo enclavado en una bahía que deja una de las típicas postales de la Costa Brava.
Aquí también encontramos un legado histórico fascinante. La Ciudadela de Roses es una fortaleza militar que se remonta 2000 años atrás. Esta maravilla histórico-cultural se encuentra a orillas del Mediterráneo y no puedes dejar de visitarla
Continuamos subiendo hacia Cadaqués. Es muy posible que la ruta que separa Roses de Cadaqués sea de las más bonitas de la zona. Y donde encontramos una de las mejores playas de la Costa Brava, la playa de Palagres. Aquí también podrás encontrar esos rincones escondidos tan típicos de esta cosa donde relajarte y deleitarte con el paisaje que te rodea.
Cadaqués se encuentra en el Parque Natural del Cap de Creus. Un entorno estupendo para disfrutar de la naturaleza y los senderos de montaña si es que en algún momento de cansas de las maravillosas playas de la Costa Brava.
Es un pueblo de calles estrechas y casas blancas. El paseo marítimo y sus barcas de pesca ancladas en las calas nos recuerdan el pasado pesquero de esta localidad. Es ideal para pasar unas estupendas vacaciones en familia.
Un pueblo lleno de vida, de historia y de cultura. Fue la casa de Salvador Dalí, muy arraigado a esta tierra. Puedes visitar su casa museo que se encuentra en Port Lligat.
Llegamos a nuestra última parada. Casi en la frontera con Francia se encuentra otra joya de la Costa Brava, Port de la Selva.
Pueblo pescador de casas blancas y calles estrechas, como venimos acostumbrados a lo largo de nuestro recorrido por las mejores playas de la Costa Brava.
No le faltan preciosas calas como Cala Torta o Cala Prona. Pero lo que hace especial a esta población es la subida al Faro de S´Arenella que desde las alturas podrás divisar los imponentes picos de los Pirineos. Para completar la visita tienes que ir a conocer el Monasterio de San Pere de Rodes y despedirte con una preciosa panorámica de la costa catalana.
Y ya hemos llegado a la frontera con Francia, así qué aquí acaba nuestra ruta por las mejores playas de la Costa Brava.
Si te ha gustado esta zona y quieres más, hay mucho más, te dejo enlace directo para que conozcas algunos de los pueblos medievales que hay en Cataluña.
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