Si tienes 3 días libres utilízalos para visitar esta ciudad, Berlín nunca defrauda. Berlín es mi ciudad europea favorita y hay que visitarla al menos una vez en la vida.
En este artículo te doy las claves para recorrerla en tan solo 3 días. Visitaremos lo imprescindible para conocer más de su historia y de cómo ha llegado a ser de las capitales más importantes de Europa, pero antes te pongo en situación.
Berlín es la capital de Alemania y una de las ciudades más importantes de toda Europa.
Fue el epicentro de la II Guerra Mundial liderada por Hitler. Es posiblemente el acontecimiento histórico más importante de la época y eso se quedó impreso en la ciudad. En su arquitectura, en su distribución, en su legislación, en sus calles y hasta en el carácter de la gente.
No es especialmente bonita, no hay nada que te deje alucinando por su magestuosidad ni por su belleza. Pero es una ciudad que te acoge de tal forma que hace que quieras volver allí una y otra vez.
El que solo ha visitado Berlín y no conoce otra ciudad alemana es posible que se lleve una imagen de los alemanes diferente. Berlín es una ciudad totalmente abierta y libre de ningún prejuicio. Gente alegre, con ganas de pasarlo bien y de conocer a otra gente. Te digo que te vas a sentir como en casa aunque estés en otro mundo.
El contraste está asegurado por lo que no deja de sorprender, aquí algunos ejemplos.
Lejos de lo que puedas imaginar, a pesar de ser capital de Alemania, no es nada cara, tiene precios super asequibles para cualquier bolsillo, y oferta turística y cultural para todos los gustos y colores.
Tiene unos 3 millones de habitantes y no te vas a sentir agobiado en ningún momento.
Es el centro económico, comercial y político del país y de Europa, pero también es la cuna de la fiesta y la música techno.
Fue el epicentro del terror y hoy posiblemente sea el epicentro del progreso y la convivencia intercultural.
Comenzamos la ruta de los imprescindibles que ver en Berlín en 3 días.
El paseo da comienzo en el edificio más importante de la ciudad, el Reichstag, la sede del parlamento de Alemania.
Ya sirvió de sede parlamentaria del gobierno alemán en tiempos del Imperio alemán y para la república. Pero durante la II Guerra Mundial sufrió un gran deterioro provocado por los bombardeos, y tuvo que ser renovada más tarde.
La última reforma es de los años 90, su arquitecto Norman Foster, que le dio el máximo protagonismo a la cúpula del edificio, se hizo transparente sirviendo de metáfora sobre la transparencia que el gobierno le debe a sus ciudadanos.
Se puede visitar y subir hasta lo más alto, no tiene ningún desperdicio, es de los más impresionante que puedes hacer en Berlín. Además podrás visitar la sala donde se hacen las sesiones parlamentarias y se decide sobre el futuro del país.
Es completamente gratuito y lo puedes reservar aquí.
Muy cerca tenemos uno de los monumentos más característicos que se pueden visitar en Berlín.
La Puerta de Brandenburgo es la única de las 18 puertas de la ciudad que sigue en pie.
La vemos en la Plaza de París, y su protagonista es la diosa de la paz montada en una cuadriga y representa eso mismo, la paz entrando a lo grande a la ciudad. Es todo un símbolo de la ciudad.
En la plaza se encuentra el Hotel Adlon, famoso por alojar a todo tipo de famosos y celebridades del mundo del espectáculo. ¿Recordáis las polémicas imágenes de Michael Jackson con un bebé en un balcón? Fue justo aquí.
Normalmente no recomiendo los tours guiados ya que este artículo está hecho para que vayas totalmente por libre sin perderte ningún detalle. Pero en Berlín si lo recomiendo encarecidamente, porque en Alemania hay una ley que impone no enaltecer absolutamente nada relacionado con el nazismo, así que borran por completo cualquier atisbo de símbolo que puedan encontrar. Y si quieres saber, por ejemplo, dónde estaba el búnker donde se escondió Hitler no lo encontrarás ya que es un descampado sin más. Muchos de los Free Tours que se hacen en la ciudad salen desde esta plaza, así que aprovecha y que te lo cuenten todo.
La Puerta de Brandemburgo es la entrada a Tiergarten, un enorme parque por el que pasear y disfrutar del verde en el centro de la ciudad.
Hay varios monumentos que visitar en el paseo, pero el que me parece más interesante es el Memorial Kaiser Wilhelm. Es una iglesia que fue devastada en uno de los bombardeos en la Segunda Guerra Mundial y a la hora de reformarla se decidió hacer un monumento que sirviera para recordar lo absurda que es la guerra. En el exterior se pueden ver los estragos de los incendios que sufrió y en el interior hay un memorial con imágenes reales de esa época que nos recuerdan el horror por el que pasaron millones de personas.
Monumento en Memoria al Holocausto judío
Otro de los memoriales que tienes que ver en Berlín en tu visita de 3 días, es el Monumento al Holocausto.
Muy cerca de la Puerta de Brandenburgo encontramos este campo de 19.000 m2 lleno de losas gigantes de hormigón que nos recuerdan a un cementerio repleto de lápidas. Te dejará mudo. Pasea entre las callejuelas que lo conforman. Yo no sabría definirte lo que sentí al estar metida en ese laberinto, pero desde luego no te deja indiferente. Fueron más de 6 millones de personas asesinadas porque sí.
Bajo los miles de bloques de piedra hay un centro de información donde informarte más sobre lo que le sucedió al pueblo judío en aquella época.
Desde luego el arquitecto ha conseguido levantar un gran monumento con la sobriedad que precisaba y que te hace no olvidar jamás en lo que puede derivar un discurso racista.
Todos queremos fotos en este lugar y algunas son muy originales, pero por favor, sé lo más respetuoso posible.
Si te gustan los museos este es tu lugar sin ningún tipo de duda.
En el cauce del río que cruza la ciudad, el río Spree, se encuentra una isla que divide el río en dos, conocida como la Isla de los Museos. Aquí se concentra la mayoría de la oferta cultural de la ciudad.
Algunos de los más importantes, como el Museo Antiguo, el Museo Nuevo, la Antigua Galería Nacional, el Museo Bode o el Museo del Pérgamo se encuentran aquí.
Puedes ver el Busto de Nefertiti en el Museo Nuevo y puedes ver maravillas como el Altar de Zeus o la Fachada de Mushatta en el Museo del Pérgamo.
Dentro de la isla también encontramos la Catedral de Berlín y el parque de Lustgarten, donde echarse un rato en el césped a disfrutar del paisaje.
La catedral, como casi todo Berlín fue destruida en los bombardeos de la guerra, pero ésta fue reconstruida en la preciosa catedral que vemos hoy. La puedes visitar por dentro, bajar a la cripta y subir a la cúpula.
Uno de los lugares más modernos de la ciudad es esta plaza Potsdamer Platz, donde lo que destaca es la cúpula del Sony Center.
Se ha convertido en uno de los lugares más animados de la ciudad, hay un montón de restaurantes y bares donde tomar algo.
En pleno centro de la ciudad encontramos uno de los lugares más significativos de la II Guerra Mundial. El museo Topografía del Terror, este edificio albergaba la dirección de las SS, y era sede de la GESTAPO, la policía secreta del gobierno. Todo aquel que pudiera estar en contra del régimen pasaba por sus sótanos para ser interrogados y torturados de la forma más cruel.
Esta es una muestra más de la barbarie que se cometió por parte de los nazis, formando parte de la historia negra de Alemania.
Al finalizar la II Guerra Mundial, Alemania se dividió en 4 secciones que se repartieron entre los soviéticos, estadounidenses, franceses y británicos. Berlín, al se la capital, sufrió esa misma división dentro de la ciudad. RFA (Republica Federal Alemana) EEUU, Francia e Inglaterra y RDA (República Democrática Alemana) conformada por el sector oriental soviético.
Tan cerca físicamente y tan lejos en cuanto a ideas y formas de vida. El lado soviético sufrió durante muchos años un éxodo masivo de población al lado federal. Hartos de la situación, loa comunistas, el día 12 de agosto de 1961, levantaron, de la noche a la mañana un muro que dividió la ciudad en 2 dejando tan solo 12 puntos de conexión.
El Checkpoint Charlie es uno de ellos, y uno de los más importantes.
Miles de personas intentaban saltar el muro, muchos de ellos perdieron la vida en el intento. En este punto podéis ilustraros con muchas de esas historias. ¡Os pondrán los pelos de punta!
El muro cayó el 9 de noviembre de 1989, después de muchas manifestaciones en Alexaderplatz y fue un gran acontecimiento histórico más a recordar.
La rabia, la alegría, las ganas y el miedo hicieron que los alemanes de un lado y otro tiraran el muro a golpes para no verlo nunca más. Pero los más de 150 kilómetros de muro aún podemos verlos reflejados por una marca en el suelo que lo conmemora, y una parte que aún queda en pie lo podemos visitar en la parte este de la ciudad.
El East Side Gallery, casi dos kilómetros de muro convertido en una galería de murales pintados, tras la Guerra Fría, por artistas de todo el mundo sobre la esperanza, el futuro y especialmente la libertad.
El mural más buscado y el más famoso es el del beso protagonizado entre dos líderes soviéticos. Este beso es real, ocurrió de verdad, y es que entre los compatriotas comunistas tenían la costumbre de sellar los pactos con el triple beso, y bueno, aquí está el tercero.
Para terminar el día y si te apetece, te recomiendo llegar hasta Treptower Park. Un parque donde muchos jóvenes se reúnen alrededor de un picnic para disfrutar del atardecer, especialmente en verano.
Está un poco retirado, por lo que tendrás que usar el transporte público que, tengo que decir, funciona a las mil maravillas.
Acércate hasta el Monumento conmemorativo a los soldados soviéticos que cayeron en la Batalla de Berlín, son unos 7000 los cuerpos que aquí yacen.
Será una bonita postal del skyline de Berlín a guardar en tu memoria si además le añades la silueta del Molecule Man que se levanta sobre el río.
Puede que a estas alturas ya hayas pasado por aquí, porque es una de las plazas principales y más importantes de Berlín.
Además desde casi cualquier lugar de la ciudad verás a su protagonista por excelencia, la torre de las comunicaciones o Fernsehturm, la más alta de la Unión Europea. Si eres de mala orientación como yo, te servirá para guiarte y saber en cada momento donde estás, tan solo tendrás que levantar la vista, buscarla y allí estará.
Si quieres puedes visitar su interior y subir hasta lo más alto previa compra de entrada.
Aquí también encontraremos el Reloj Mundial, una gran estructura metálica que gira indicando la hora real en todo el mundo.
Este es, sin duda, uno de los puntos de encuentro mas animados de los berlineses. Bares, restaurantes y centros comerciales son su atractivo permanente, y además por el tamaño de la plaza también es aquí donde se sitúan por ejemplo, los mercadillos navideños o similares.
Desde Alexanderplatz te recomiendo que camines por las calles del barrio judío, encontrarás un contraste entre el terror que aún se puede ver en algunos edificios y en lo que se ha convertido hoy Berlín, color, alegría y armoniosa convivencia.
Una vez más te recomiendo que si puedes, hagas un free tour sobre el barrio judío de Berlín, te contarán miles de historias particulares que sucedieron en los edificios, los patios y callejones.
Si no te da tiempo te recomiendo que pases por Rosenstrasse, Hackescher Markt y los patios del Hackesche Hofe, el callejón Dead Chicken Alley, el antiguo cementerio judío y la Nueva Sinagoga.
¡Estos no pueden faltar!
Como última recomendación, tengo que decirte que algún día busques un local para vivir la noche berlinesa en todo su esplendor.
Hasta aquí mis recomendaciones sobre qué ver en Berlín en 3 días. Una de mis ciudades favoritas europeas. Un lugar espectacular donde aprender sobre el ser humano y el pensamiento.
Si te gusta esta parte de la historia no puedo dejar de recomendarte que visites Cracovia, te dejo el link justo aquí.
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