Italia es un país repleto de lugares para visitar. Una de las zonas más paradisíacas es el sur, en Sicilia. Una isla repleta de historia y de playas increíbles que puedes visitar en una semana fácilmente. Pero en este artículo solo voy a centrarme en una de sus ciudades y te voy a contar qué ver en Catania en dos días.
Aunque se trate de una ciudad pequeña, existen multitud de cosas que hacer y ver en Catania. Por ello, voy a enumerarte una a una todas ellos, con sus correspondientes consejos, para que puedas tener un viaje perfecto en los dos días que te llevará hacer todo.
Probablemente, la mayor atracción turística de esta ciudad. Sobre todo, porque casi todos los meses del año se encuentra en un estado de erupción inocuo que todo el mundo admira contemplar. Hay multitud de empresas que organizan excursiones a esta zona natural, tanto a pie como en transportes, entre los que se pueden encontrar los Buggys, el funicular y camiones especializados para este tipo de terreno. La opción más barata es visitarlo por tu cuenta (alquilando primero un coche, claro), pero por si tienes dudas, aquí te dejo un artículo super completo con todas las posibilidades. En el recorrido hasta la cima también podrás disfrutas de los Cráteres Silvestri. Más pequeños, pero no por ello con menos encanto.
La principal calle de la ciudad. Repleta de tiendas y con vistas parciales del Volcán Etna al fondo. Atraviesa tres de las plazas más famosas de la ciudad (de norte a sur):
En esta enorme calle, además de plazas, también podrás ver sitios tan maravillosos como este rincón de naturaleza. El sitio perfecto para huir un poco del calor a la sombra de sus árboles y con la brisa fresca que desprenden sus fuentes. Permanecen abiertos hasta las 22:00 h, así que no tienes excusa para no pasarte un rato a disfrutar de ellos. Además, justo enfrente se encuentra una de las cafeterías-pastelerías más famosas de la ciudad, de la cual te hablaré más adelante.
Situada justo a la izquierda de la Plaza del Duomo (si la miras llegando desde la Vía Etnea). Leí en algunos artículos sobre la ciudad que la entrada, tanto a la iglesia como a la cúpula, era de 3 €, pero cuando llegué allí me llevé la sorpresa de que lo habían subido a 6 €. Las opiniones dicen que merece la pena pagarlos por las panorámicas que se ven desde su parte más alta, pero por ese precio, no me animé a comprobarlo. Santa Ágata es la patrona de la ciudad, por tanto, este edificio religioso es el más importante en comparación a los muchísimos que componen Catania.
Detrás también de la Plaza del Duomo encontramos el Mercado del Pescado. A simple vista puede no parecer muy llamativo, pero lo señalan como una visita importante ya que se trata de una ciudad con puerto. Por tanto, el género que se puede comprar en este lugar es de primera calidad y por eso todos los días está abarrotado de gente. Solo recordar que cierra los domingos y que, si te animas a visitarlo, te verás rodeado de mucha fauna marítima (con sus tripas y hedores incluidos).
Y hablando de mercados, me gustaría comentar algo curioso que llamó mi atención paseando por la calles de Catania. Aquí, las tiendas de alimentación tipo carnicerías o charcuterías, sacan su mostrador frigorífico a la puerta y realizan sus ventas diarias en la misma calle. Supongo que de esta manera es más fácil captar a la clientela. Además, también te encontrarás con gente vendiendo artilugios de todo tipo en puestos improvisados e ilegales repartidos por todas las calles.
Si continuamos hablando de los alrededores de la Plaza del Duomo, a muy pocos metros de distancia se sitúa el Teatro Romano. No hay que confundirlo con el Anfiteatro Romano, anteriormente mencionado. Sobre todo, porque el tamaño de uno no tiene nada que ver con el otro. Es un sitio que llama mucho la atención porque, a pesar de que no está muy bien conservado, destaca por estar situado en mitad de un montón de edificios para nada contemporáneos con él.
Sin duda, el lugar al que con menos expectativas me dirigía y el que más me cautivó. Se trata de unas pequeñas calles situadas en lo que antiguamente se conoció como uno de los barrios más peligrosos de la ciudad italiana, el barrio de San Berillo. Es un lugar decorador por los locales con multitud de plantas y pintadas artísticas en los deteriorados muros. Puedes hacer una pausa para empaparte bien de la atmósfera que desprende en una de las terrazas de los bares que hay por la zona.
Ya habíamos hecho mención de este prodigio de la música clásica, por tanto, era de esperar que existiese un edificio dedicado a él. Y, como no podía ser de otra manera, se trata del Teatro de Ópera. Visitar el edificio por fuera ya consigue cargar tus pupilas de belleza, así que, si te animas a ver el interior o incluso a comprar la entrada para alguna de las obras que ofrece, estoy segura de que no saldrás decepcionado.
Es un sitio muy recomendado en todos los foros y artículos para visitar, pero a mí me supo a poco cuando lo vi por fuera. En su interior han colocado el Museo Cívico de la ciudad y entra a verlo cuesto 6 €. Quizás el interior merezca más la pena que sus fachadas.
Por supuesto, existen muchísimos sitios más que ver en Catania (aunque de menos relevancia) que podrás visitar de forma rápida montado en el tren turístico de la ciudad. Cuesta 5 € y su recorrido tiene una duración de 45 minutos. Previamente te preguntan tu lengua materna para ponerla en la grabación que van reproduciendo durante el trayecto. Este tren se puede coger en la calle que separa la Catedral de Catania con la Abadía de Santa Ágata.
Algunos de estos lugares secundarios podrían ser: Via dei Cruciferi, en cuyo recorrido podemos toparnos con nada menos que cuatro iglesias (Chiesa di San Benedetto, Chiesa di San Francesco, Collegio dei Gesuiti y Chiesa di San Giuliano), Puerta Uzeda, también situada en la Piazza del Duomo, el Monasterio dei Benedettini, el Palazzo Biscari y la zona del puerto de San Giovanni Li Cuti.
Existe mucha variedad de precios a la hora de desplazarse por Catania. Así que déjame que te cuente lo que he aprendido con mi experiencia personal para intentar ayudarte a ahorrar la mayor cantidad de dinero posible.
Como llegamos a la 1:00 a.m., la única opción que tuvimos fue coger un taxi. El primer hotel que reservamos nos ofreció un servicio de recogida en el aeropuerto por 20 €, así que más o menos calculé que ese sería el precio que nos cobrarían en cualquier taxi. Al final tuvimos que cambiar de hotel, el cual no tenía este servicio y, aunque los dos hoteles estaban a menos de 15 minutos del aeropuerto, el taxi nos cobró por el trayecto 30€. Cuando llegamos al hotel, el taxímetro marcaba 20 €, pero apretó un botón y, automáticamente, la cifra cambió a 30 €. Me parece un dineral teniendo en cuenta la cercanía del aeropuerto con el centro de la ciudad. Así que os animo encarecidamente y que vayáis con un transporte contratado con precio cerrado y no cojáis ningún taxi.
Si llegáis en un horario en el que aun hay transporte público activo, existen unos autobuses de la compañía Alibus que cuestan 4 €. La parada se encuentra muy cerca de la Plaza del Duomo. Cruzando por debajo de la Puerta Uzeda, girando a la izquierda, y atravesando un pequeño parque, enseguida verás la estación de autobuses desde donde puedes llegar al aeropuerto en 10 minutos.
Sinceramente, Catania es la ciudad cuyo recuerdo es el peor que conservo con respecto al tráfico y la forma de conducir de sus habitantes. ¡Es una auténtica jungla!. Así que, si ya es un mérito sobrevivir siendo peatón, está claro que no te voy a recomendar otra cosa que no sea recorrer la ciudad a pie. Además, es super fácil de visitar de esta forma porque el centro histórico es muy pequeño y todos los puntos de interés están cerca. Para lo único que necesitarías coger un autobús sería para visitar La Playa (nombre de la única playa de Catania).
Eso sí, si entre vuestros planes está la idea de visitar ciudades o playas cercanas, no os quedará más remedio que alquilar un coche. Esto también me trajo unos cuantos dolores de cabeza, porque las compañías que prestan estos servicios no dejan reservar coche automáticamente. Debes contactar con ellos por correo, y a veces ni te contestas. Al final me decidí por una compañía que no te pedía dejar depósito y que te alquilaba un coche pequeño 24 horas por 45 €. En cuanto a seguros, todas las compañías ofrecían un seguro (Polizza Kasko) por 20 € más para que, pase lo que pase con el coche, tú no tengas que hacerte cargo de nada.
En nuestro caso, todo fue un poco raro, porque para formalizar la reserva a distancia te pedían foto del DNI y del carnet de conducir, y también un adelanto del precio final a través de una transferencia bancaria. Pero nunca llegaron a enviarnos el IBAN, así que cuando llegamos allí, solo nos dijeron que pagásemos todo el efectivo (lo cual tampoco habían avisado que tuviese que ser así obligatoriamente). En general, en esta ciudad parece todo un poco caótico ya que en el hotel, por ejemplo, también nos dijeron que pagásemos al final y no nos pidieron DNI a la llegada ni nada.
Es cierto que es un poco estresante conducir por la ciudad hasta que sales a carretera. Pero como es poco tiempo, si vas con cuidado, por muy inadecuadamente que conduzcan los italianos aquí, no tiene por qué pasarte nada.
Podéis juzgar por vosotros mismos. Los verdaderos amantes de la pasta sabrá reconocer que estos macarrones mal cocidos y acompañados de una salsa de nata y trocitos de jamón york no tienen nada de Carbonada. Así que cuando encima nos cobraron el pan que nos pusieron y que ni siquiera tocamos (así funciona siempre en Italia), al camarero le faltó tiempo para devolvernos la diferencia cuando vio nuestras caras al reclamar esa parte de la cuenta.
Aunque no son los mayores manjares que he probado, las dos cosas típicas de esta ciudad son los la Granita con Brioche y los Arancinis.
Los primeros son el plato dulce. Una especie de sorbete con varios sabores a elegir y pan de brioche calentito cuyo contraste con el granizado frío lo hacen una merienda super original. Los segundos, se tratan de una bola de arroz mezclada con los ingredientes que tú elijas (Prosciutto, Ragú, Mantequilla.. etc) y rebozada en pan rallado.
Otro de los platos que veíamos comer a muchas personas en los restaurantes eran unos entrantes muy simples de pan con tomate, y fue un acierto total pedirlos. Están riquísimos y su nombre en italiano es Bruschetta al pomodoro.Pasticceria Savia y Bar Pasticceria Spinella: las dos están enfrente de los Jardines de Villa Bellini, tienen buenos precios y ofrecen los dos platos típicos de los que acabo de hablar.
Antica Trattoria Etnea: justo al lado de la Piazza dell?Universita. Otro de los sitios que nos recomendó el taxista para comer pizzas, las cuales tienen un muy buen tamaño y, sobre todo, un precio magnífico en relación calidad precio.
Y como no podía ser de otra manera, dejo nuestra mayor sorpresa culinaria del viaje para el final. La verdad es que estuvimos dando varias vueltas buscando un buen restaurante para despedirnos de la ciudad, y ninguno nos convencía. Y mucho menos este, que tenía ese tipo de camareros que intentan captar clientes cada vez que pasa alguien cerca de ellos. El caso es que en la segunda pasada por su calle, antes de acercarnos, nos pusimos a mirar críticas y los platos que ofrecía en internet. Cuando quisimos darnos cuenta, uno de sus camareros había cruzado la acerca para acercarnos una carta en español. Ante este gesto, no pudimos resistirnos a sentarnos. Y si el trato fue de diez, la comida no se quedó atrás.
La Osteria-Pizzeria La Loggetta es totalmente recomendable y está super cerca del centro. Además, tiene un detalle que jamás había visto antes en ninguna otra parte. Si pides una cocacola, en lugar de ofrecer una de forma individual, te preguntar si quieres una botella de un litro para compartir, lo cual sale mucho más barato. Así que no pudo ser la experiencia más perfecta.
Catania cuenta con playa propia, La Playa, y además es una de las playas más originales que visitarás nunca, porque no todos los días puedes bañarte en el mar con vistas a un volcán. Además, sus aguas tienen una temperatura ideal, en las cuales te puedes bañar hasta el anochecer sin ninguna clase de frío y su arena es fina y muy agradable de pisar.
Aun así, a menos de una hora hacía el sur puedes visitar algunas playas con una belleza insuperable. Es cierto que son de piedra y mucho más incómodas, pero merece la pena darte un baño en sus aguas cristalinas y disfrutar del paisaje que ofrecen.
Una de ellas se encuentra es Isola Bella, justo al lado de Taormina, uno de los pueblos que no puedes dejar de visitar cuando viajas a Catania. Esta isla se une y se desconecta con la costa despendiendo de como esté la marea. Hasy bastante aparcamiento en sus inmediaciones y suele tener muchos visitantes, pero es de visita obligada.
La segunda playa chula la encontrarás en Aci Trezza, y se llama Islas Cíclope (I faraglioni dei ciclopi). Las islitas las puedes ver en la foto al fondo. Pero otra de las cosas por las que destaca esta zona costera es por la torre que se aprecia sobre este peñón. Las aguas son transparentes también, pero es cierto que el acceso a ellas no es tan cómodo como podría esperarse debido a sus formaciones rocosas.
Lo cierto es que en internet vi que había más playas para ver en Catania. Pero yendo un fin de semana como íbamos nosotras, hice cribado y me quedé con las que más interesantes me parecieron.
Por último, solo comentar que en Catania la mayoría de hoteles ofrecen desayuno incluido en sus precios. Y lo bueno es que existe una variedad super amplia de precios. Por tanto, aunque estés en temporada alta, puedes encontrar un muy buen hotel por un precio muy barato. Nuestro hotel, por ejemplo, estaba en un edificio muy antiguo, de estos que tienen habitaciones amplias con techos super altos. Estaba super céntrico y tenía aire acondicionada, camas bastante cómodas y un baño muy higiénico. Por 53 € por cabeza todo el fin de semana, no se puede pedir más.
Aunque no se trata de unas de las ciudades más bonitas de Italia a nivel general, podemos considerarla una de las más completas, ya que cuenta con puerto, muchísimos yacimientos históricos e incluso un volcán. Además, es muy factible encontrar vuelos baratos. Así que ya sabes, si te estás planteando hacer una escapada este verano, espero que mi artículo sobre las cosas que ver en Catania te haya convencido para visitar esta peculiar ciudad. Y por si te ha quedado alguna duda, te dejo también este montaje de videos.
Madrileña treintañera que se dedica a ahorrar todo lo que su sueldo de enfermera le permite para viajar y descubrir este maravilloso mundo en el que vivimos. Y es tal la emoción que siento cada vez que lo hago, que quiero compartir mis experiencias y aprendizajes a través de estos artículos. Espero con ello que cada viajero pueda disfrutar de cada nueva aventura igual o más de lo que lo hice yo.
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