Atravesar Manhattan de este a oeste por su parte central te llevará su tiempo. Por eso, he decidido dedicar un artículo entero a modo de continuación de la primera parte sobre «Que ver en New York».
Lo primero que hicimos este día fue ir a recoger las City Cards que habíamos comprado de forma online. En nuestro caso, solo pudimos permitirnos económicamente la New York Pass de 2 días, lo cual fue más que suficiente para disfrutar de la ciudad como teníamos pensado. En New York tienes dos opciones de tarjetas: la CityPass, válida para 9 días, y la New York Pass, elegible para 1, 2, 3, 4, 5 o 7 días. Te dejo este enlace para que veas todas las diferencias entre ambas tarjetas. He de decir que la adquisición de esta tarjeta influyó bastante en la forma de organizar las cosas que ver en New York.
Este edificio solo fuimos a verlo desde fuera porque debido a al gran peso de importancia que tiene. Es cierto que mucha gente recomienda hacer la visita guiada, pero no disponíamos de tiempo suficiente como para incluirlo en nuestros planes.
Situado en el 405 de Lexington Avenue, es uno de mis edificios favoritos que ver en New York. No estoy segura de que pueda visitarse por dentro, pero no es para nada necesario, ya que todo su interés lo encontrarás en el exterior. Su arquitectura «Art déco» no te dejará para nada indiferente.
Conocida por ser la estación de trenes más grande del mundo en cuanto a andenes y la más famosa de New York por su espectacular belleza. Su interior es inconfundible por haber sido escenario de innumerables películas (42th Street con Park Avenue).
La verdad es que nunca se me habría ocurrido visitar este museo por iniciativa propia. La idea fue de mi pareja y a día de hoy aun me siento agradecida. Accedí por curiosidad, ya que la entrada estaba incluida en la City Card, y no pude divertirme más. Me parece la forma más original de aprender sobre la aviación y el espacio dentro de un barco portaaviones (Muelle 86, W 46th St).
Esta fue la primera vez de muchas que pisamos esta zona de New York. Estas calles son puro vicio. Da igual la hora del día que sea, siempre hay un ambiente animado, artistas callejeros a los que quedarte embobado mirando y tiendas abiertas hasta media noche. En esta primera visita, hicimos una pequeña parada en el famoso periódico New York Times.
Después de parar a comer, continuamos amortizando la compra de la City Card y entramos a este famoso museo. Lo puedes encontrar en muchas de las ciudades más importantes y conocidas del mundo, pero este nos llamaba especialmente la atención porque tenía muy buenas críticas. Efectivamente, las figuras de cera estaban muy bien logradas. Se tarda bastante tiempo en visitar, ya que es enorme, pero si vas con tiempo, te lo recomiendo.
Una de las sorpresas más agradables de este viaje. No estaba en nuestro planning pasar por aquí, pero si el edificio exterior captó nuestra atención, la visita a su interior terminó de enamorarnos. Con sitios así, es imposible que no te entren ganas de estudiar.
El tiempo comenzaba a echársenos encima, pero teníamos la entrada incluida en nuestras tarjetas a uno de los edificios más importantes de New York. Así que no pudimos pasar por alto este momento. De camino, nos topamos con el Radio City Music Hall, el teatro más famoso del país. La foto delante de él es imprescindible ya que las luces de su fachada lo convierten en un lugar muy característico. Y retomando el Top Of the Rock, simplemente la subida a su planta más alta es genial, ya que montas en un ascensor que se mueve a 37 km por hora. Esta experiencia, la cual acompañan con un juego de luces, es super divertida. Por cierto, si tienes planeado subir a lo alto de más de un edificio, te recomiendo que elijas una subida de día y la otra por la noche. Contemplar una New York iluminada, no tiene precio.
Tuvimos que escoger entre ir a ver un partido de baloncesto o uno de Beisbol. Finalmente nos quedamos con la NBA, ya que era marzo y era mejor estar a cubierto por el frío congelador que hace por las noches en esta ciudad. Como decía antes, llegamos con el partido empezado porque es muy difícil seguir el itinerario al dedillo. Pero no fue problema para nada, ya que estos partidos duran 2 horas aproximadamente y al final se te terminan haciendo hasta largos. Para vivir esta experiencia al cien por cien, no olvides comprar la mano gigante de gomaespuma para animar y los nachos con queso para quitarte el gusanillo. Las entradas las compramos en la reventa desde Madrid por unos 80 dólares, pero fue un dinero muy bien invertido ya que experiencias así no se viven a diario.
A pesar de lo mucho que llenan los nachos con queso, continuamos con hambre, así que decidimos comprar unas porciones de pizza para continuar disfrutando de Times Square, esta vez, de noche. Las pizzas, otro de los vicios de este viaje. Reconozco que no son nada sanas, pero están demasiado buenas y son demasiado baratas como para no comprarlas cuando pasas por delante de uno de sus establecimientos y el olor te pega de lleno en la cara. Y como da igual lo que camines cuando estás de viaje, porque parece que la adrenalina te de fuerza infinita, a pesar de ser bastante tarde, antes de volver al hotel quisimos aprovechar para hacer una última visita a otro de los edificios más emblemáticos de New York. El edificio Flatyron.
Hay que tener muy bien entrenadas tus piernas para conseguir mantenerte en pie hasta el final de este día. Lo único que puedo asegurarte es que el esfuerzo merecerá la pena con total seguridad. Así que, ánimo con ello, que ya habrá tiempo de descansar cuando vuelvas a casa. Nos vemos en la tercera y última parte de este super recorrido sobre las cosas que ver en New York.
Madrileña treintañera que se dedica a ahorrar todo lo que su sueldo de enfermera le permite para viajar y descubrir este maravilloso mundo en el que vivimos. Y es tal la emoción que siento cada vez que lo hago, que quiero compartir mis experiencias y aprendizajes a través de estos artículos. Espero con ello que cada viajero pueda disfrutar de cada nueva aventura igual o más de lo que lo hice yo.
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